Carolina Avondet sale esperanzada de la sede de Tarragona Impulsa. Camarera de profesión, para ella ha acabado la temporada turística por este año y, con ella, su trabajo en un hotel de la Costa Daurada. Ayer era una de las que se apuntaba a distintas ofertas de empleo para trabajar durante los meses de invierno en los Pirineos. En su caso lo que más le sorprendía era constatar como varias empresas le habían asegurado que podría compaginar su vida laboral y familiar (es madre divorciada y tiene una custodia compartida de sus hijos cada 15 días). «Esta jornada me parece una gran oportunidad», señalaba.
Avondet era una de las de cerca de 450 personas que participaron ayer en el segundo Job Dating Pirineus Costa Daurada. El evento había sido organizado por el Servei Públic d’Ocupació de Tarragona, SOC, con la ayuda del Ayuntamiento de Tarragona. La idea principal, como explicaba el director de los Serveis Territorial de Empresa i Treball en Tarragona, Jordi Fortuny, era poner en contacto al sector turístico del Pirineo, donde debido a motivos demográficos faltan trabajadores para el invierno; con posibles candidatos de la Costa Daurada donde justamente ahora se acaba la temporada alta.
En total se presentaron doce empresas del sector de la restauración, hostelería y turismo de la Val’d’Aran, el Pallars Sobirà y Alta Ribagorça que ofrecían un total de 153 puestos de trabajo. Entre las ofertas había desde ayudantes de camarero a jefes de sala; ayudantes de cocina, chefs, recepcionistas o mozos de equipaje entre otros. En total acudieron presencialmente a las entrevistas 436 personas, aunque los interesados también podían inscribirse por internet.
Carles Siguenza, presidente del Gremi d’Hostaleria de la Val d’Aran, apuntaba que cada año se necesitan unos mil trabajadores para la temporada de invierno. Reconocía, eso sí, que la vivienda es un problema importante para quienes se disponen a aceptar un trabajo de temporada. Por ello las empresas que acudían ayer a Tarragona incluían alojamiento.
Los perfiles de los demandantes eran variados y había desde personas con amplia experiencia en el sector, hasta jóvenes buscando su primer trabajo y la oportunidad de conocer otro entono.
Los empleadores, por su parte, agradecían la oportunidad. Patricia Gálvez, jefa de recursos humanos de Luderna, una empresa de alojamientos turísticos, explicaba que el año pasado ya habían participado en la jornada a raíz de la cual contrataron a cuatro personas.
Apuntaba Gálvez que pese a que una jornada como esta solo ofrece un primer contacto sí que aporta información relevante sobre los candidatos. A estos, a su vez, les permite hacerse una mejor idea de la plaza que se oferta.
Para jornadas como esta Gálvez siempre recomienda ir con el currículum impreso, tener clara la oferta a la cual el trabajador quiere presentarse y no tener miedo de explicar su trayectoria laboral.
