El Ayuntamiento ha informado este viernes que esta semana se ha adjudicado el contrato para la implantación, puesta en marcha y fortalecimiento de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Tarragona. El importe de este proyecto es de 1.379.125 euros a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Acisa–Pavark ZBE Tarragona, formada por las empresas Aeronaval de Construcciones e Instalaciones y Pavapark Movilidad.
La consejera de movilidad, Sonia Orts, ha explicado que “este contrato tiene como objetivo el suministro, instalación, puesta en marcha y gestión de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Tarragona mediante un sistema de control de accesos por cámaras de lectura de matrículas en el área restringida”.
Para ello, se han definido dos actuaciones:
La implantación de la ZBE, que incluye la instalación y puesta en funcionamiento de los sistemas de control de accesos al área restringida mediante 44 cámaras de lectura automática de matrículas. También se incluye en esta actuación la creación de la plataforma de gestión y el sistema de comunicación e integración con bases de datos internas y externas.
Esta semana se ha adjudicado el contrato a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Acisa-Pavapark ZBE Tarragona
También contará con medidas complementarias para el fortalecimiento de la ZBE de Tarragona, como la instalación de sensores de calidad del aire y ruido, cámaras y paneles de información dinámica, que se integrarán en la plataforma de gestión de la ZBE desarrollada en la primera actuación.
Estas medidas tienen como objetivo monitorizar el funcionamiento de la zona y gestionar la movilidad para reducir los niveles de contaminación atmosférica.
Actualmente se están ultimando las diferentes acciones necesarias para la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones en la ciudad. Por un lado, el PMUS (Plan de Movilidad Urbana Sostenible) está previsto que se apruebe inicialmente a principios de 2025.
Por otro, la ATM (El Consorcio del Transporte Público del Camp de Tarragona) está estudiando las alegaciones presentadas al proyecto. Una vez analizadas, se procederá a la aprobación definitiva, que es el paso previo para aprobar la ordenanza municipal que regulará esta Zona de Bajas Emisiones.
La consejera Orts destacó que “la ordenanza se ha elaborado de manera consensuada con Reus para asegurar la armonización entre ambas normativas y también de forma colaborativa con los grupos municipales”. Paralelamente, se está llevando a cabo una campaña de comunicación y se está preparando la señalización, acciones financiadas por la Generalitat.
Está previsto, por lo tanto, que durante 2025 se completen todos los trabajos y que la ZBE sea una realidad a partir de 2026, incluyendo las moratorias necesarias para que toda la ciudadanía pueda adaptarse.
Tarraco Sostenible
Este contrato forma parte del proyecto Tarraco Sostenible, para el cual el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible concedió una ayuda Next Generation a la ciudad. Este proyecto también incluye la construcción del intercambiador de Battestini y la adquisición de nuevos autobuses.
