El 1 de enero de 2025 entrará en funcionamiento la nueva Zona de Bajas Emisiones (ZBE), la cual comportará restricciones de acceso para los vehículos más contaminantes, con el objetivo de reducir la emisión de partículas, mejorando la calidad del aire y la salud pública. La puesta en marcha de esta iniciativa será progresiva y no será hasta 2027 que los residentes dentro del ámbito afectado que no dispongan de la tarjeta ambiental verán limitada su movilidad.
Los límites los marcará la futura ordenanza municipal, que se está redactando por parte del Ayuntamiento de Tarragona. Este jueves el Gobierno del PSC se ha reunido por segunda vez con los partidos para debatir las enmiendas que se incorporarán en el texto. En total son una cincuentena de observaciones que se an debatido antes de acabar de perfilar cómo se introducirán en el documento definitiva, que se aprobará en el pleno del próximo 16 de febrero.
«Hemos votado una por una cada una de las cincuenta enmiendas para buscar unaniminad entre todas las propuestas que se han ido incorporando», ha asegurado la concejala de Mobilitat, Sonia Orts. La propuesta todavía no es la definitiva, pero estas son algunas de las claves del contenido con el que se está trabajando.
El ámbito afectado
La Zona de Bajas Emisiones comprenderá todo el centro, entendiéndose este en un sentido amplio de la palabra. Esto significa que la Part Alta, Part Baixa, Serrallo y Eixample quedarán incluidas dentro de esta delimitación que estará marcada por las avenidas Vidal i Barraquer, República Argentina, Catalunya, hasta el Passeig Torroja, Mallafré Guasch hasta Joan Pau II, Guillem Oliver, Pont i Gol, Rambla Macià, Vidal i Barraquer, Sant Antoni, Vial de Bryant y Moll de Costa.
Horario
La aplicación será de lunes a viernes desde las 7 horas de las mañana a las 19 horas.
A quién afectará
Los vehículos con distintivo ambiental 0, ECO, C y B podrán acceder, circular y estacionar sin necesidad de autorización. Según los datos disponibles, ahora mismo se calcula que es un 30% de los vehículos no disponen de esta etiqueta, aunque los técnicos municipales creen que esta cifra ira reduciéndose paulatinamente, a medida que se renueve el parque de vehículos.
El calendario
De acuerdo con lo previsto, este 2024 se iniciará la fase de delimitación y comunicación, de forma que el 1 de enero de 2025 los conductores que entren dentro del ámbito afectado sean conscientes de que están dentro de una Zona de Bajas Emisiones y qué implica.
Durante el primer año, los empadronados a la ciudad estarán exentos de la normativa y, tras unos meses de sensibilización sin sanción, empezará a multarse a los vehículos de fuera la ciudad que entren a la zona delimitada sin el distintivo ambiental. A partir de 2026 también afectará a los tarraconenses que viven fuera de la ZBE y no será hasta 2027 cuando los residentes que viven en el interior de este ámbito no podrán moverse libremente. Es decir, podrán entrar y estacionar –ya sea en un parking privado o en su zona de residente–, pero no transitar por la ZBE.
Las herramientas
La entrada en funcionamiento se iniciará con la colocación de la carteleria en las entradas y los dispositivos tecnológicos que permitirán la lectura de matrículas para detectar si los vehículos cumplen o no con la normativa. Al respecto, ahora mismo está en fase de licitación un contrato por valor de 2.069.100 euros para la implantación de estos elementos, que serán financiados a través de una ayuda de los fondos Next Generation.
En total se instalará 44 cámaras que controlarán las entradas y salidas. También habrá equipos informativos de cara a la ciudadanía y paneles dinámicos con el estado del tránsito, rutas recomendadas, los indicadores ambientales o las restricciones de circulación. Esta información también será accesible a través de una web y una aplicación móvil.
En paralelo, está prevista la instalación de seis nuevas estaciones de la calidad del aire, que medirán tanto la presencia de gases como de partículas en suspensión. Estos sensores serán fundamentales, ya que deben permitir comprobar si las medidas adoptadas comportan una reducción en la emisión de gases de efecto invernadero.
Las excepciones
El borrador de ordenanza con el cual se está trabajando incluye una larga lista de excepciones que deberán tenerse en cuenta. Es el caso de los vehículos de servicios considerados como esenciales, como pueden ser los cuerpos y fuerzas de seguridad, bomberos, ambulancias, taxis adaptados, vehículos que transportan a personas con enfermedades o que están clasificados como históricos, de acuerdo con la normativa de la DGT.
Las sanciones
La ordenanza establece que el hecho de no respetar las restricciones de acceso es una infracción grave y, por tanto, se aplicará una multa de 200 euros, que podrá verse reducida a la mitad si se paga con antelación. Por el momento, no se ha concretado si esta cantidad podría verse incrementado en el caso de reincidencia.
¿Toda la ciudad?
Por el momento no está previsto que más adelante pueda ampliarse el ámbito de afectación. Al respecto, la concejal Orts ha afirmado que «ahora mismo esta es la única propuesta firme y, a partir de ahí, en 2027 tendremos que valorar cómo se ha implementado y si se han conseguido los objetivos de reducción de emisiones». En función de los resultados, cuando dentro de tres años el Ayuntamiento vuelva a «poner la ordenanza encima de la mesa» tendrá que determinarse si finalmente los barrios se verán afectados.