«Hemos pasado de la pandemia de la Covid a la pandemia de la inflación», ese es el mensaje que lanza Càritas Diocesana de Tarragona. La entidad, que presentó ayer la memoria del año pasado, apunta que, pese a que se esperaba que el final de la crisis sanitaria se tradujera en una bajada en las peticiones de ayuda, la realidad ha sido que la inflación las ha hecho crecer. De hecho en el conjunto de las 74 Cáritas de la diócesis «el número de atenciones aumenta hasta un total de 8.339 hogares atendidos y 19.922 personas beneficiadas durante el año 2022, cifra que supera la del repunte de 2020, en plena crisis sanitaria» destacan en un comunicado.
En el perfil de las personas atenidas destaca el hecho de que el 69% de quienes buscan ayuda son mujeres. Además, casi la mitad (el 48%) de los hogares atendidos tenía menores a cargo y el 27% estaban conformados por personas solas. Por origen el 65% eran migrantes de origen extracomunitario.
Centrados en lo básico
Aunque la entidad tiene distintos programas, el que atiende a más personas sigue centrado en la cobertura de necesidades básicas, como la distribución de alimentos o servicios, que el año pasado atendió a 5.539 hogares (14.734 personas).
En cuanto a los proyectos sociales, donde hubo un incremento más notable fue en el de migración que atendió a 515 personas, un 23% más que el año anterior. En casi la mitad de los casos se trataba de personas recién llegadas al territorio.
Los dos principales problemas que vuelve a detectar la entidad como la causa de que las personas no puedan salir de la precariedad son la falta de vivienda y de trabajo. Un 27,5% está en situación de vulnerabilidad habitacional (vive en una habitación realquilada, comparte casa con otras familias...) y solo un 13% tiene un empleo.
Brecha digital
El trabajo en primera línea también les ha permitido constatar como la brecha digital continúa siendo un obstáculo crucial para que las personas más vulnerables accedan o tan siquiera se informen de las ayudas a las que podrían optar.
La coordinadora d’Acció Social de la entidad, Teresa Jordán, apunta que eso les ha obligado a hacer acompañamiento a sus usuarios en esta materia y además a incluir las competencias digitales en todas las formaciones. «En los cursos, aunque son presenciales, siempre procuramos hacer una clase on line para que aprendan a manejarse», explica.
Pone el ejemplo de un estudio interno que hicieron entre usuarios de Cáritas para saber si podrían recibir la ayuda estatal de 200€ de familias vulnerables. Encontraron que 3 de cada 4 no podían recibirla por no tener autorización de residencia, recibir otras ayudas... Pero también hallaron que el 30% no tenían un dispositivo o las competencias digitales para hacerlo.
El Director de Càritas Diocesana de Tarragona, Salvador Grané, señala que «Cáritas estará, como siempre, junto a las personas vulnerables, pero son las administraciones públicas las responsables de transformar la sociedad a través de sus políticas públicas, con una fiscalidad más justa, incrementando los recursos, procurando un aumento de los salarios, construyendo viviendas sociales y haciendo que la atención al ciudadano sea más rápida, eficaz y humana».
Empleo y formación
Dentro del acompañamiento personal que realiza la entidad se encuentra la formación, especialmente enfocada a la inserción laboral. El año pasado 408 personas asistieron a sus formaciones y de ellas 222 encontraron un empleo.
En lo que respecta al presupuesto (2.479.897€ el año pasado) el capítulo más importante fue el de necesidades básicas, al que destinaron un 45,7%, seguido de la formación e inserción laboral (28%) y atención a personas sin hogar o con problemas de vivienda (10%).