Cerca de 50.000 personas han visitado este año la Casa Navàs de Reus, un edificio proyectado por Lluís Domènech i Montaner que es uno de los emblemas del modernismo catalán. La cifra supone un nuevo récord y lo convierte en uno de los monumentos más visitados de la capital del Baix Camp.
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Gran parte de esos visitantes pertenecen al ambicionado turismo cultural, que suele dejar cuantiosos ingreso allí donde viaja sin provocar conflictos con los vecinos del lugar. «Tenemos la suerte de que buena parte del turismo que viene atraído por la Casa Navàs es un turismo cultural de calidad, que valora y respeta el patrimonio. Esto es de agradecer durante las visitas porque este tipo de turistas están más atentos e interesados en el tema, con lo que la experiencia es muy agradable y atractiva para todo el mundo», se enorgullece la directora de Casa Navàs, Sílvia Sagalà.
El 60% de los visitantes son catalanes, de los cuales más de la mitad provienen del área metropolitana de Barcelona. El 15% es del resto del Estado, principalmente de Valencia y Madrid. El restante 25% son turistas extranjeros, la mitad de ellos franceses.
«Es muy interesante remarcar que, cuando abrimos, la gente visitaba Casa Navàs porque se la encontraba o porque se la recomendaban en la oficina de turismo o las agencias de viaje. En cambio, ahora la mayoría vienen expresamente porque saben de la valía de este edificio y lo quieren visitar. Dan por supuesto que es un atractivo patrimonial y cultural de primer nivel que se tiene que conocer», explica Sagalà.
Casa Navàs apuesta también por la recuperación del patrimonio. En 2025 se acabará la reconstrucción del torreón derribado por el impacto de una bomba durante la Guerra Civil.
«Será un hito importante, puesto que devolveremos el aspecto original de la Casa Navàs. Es un hito importante para el modernismo europeo, para Reus y también para el país en general para que la casa se convierta un símbolo modernista para el país», presume la directora de Casa Navàs, Sílvia Sagalà.
La directora recuerda que «hasta 2017 la Casa Navàs había sido de uso familiar. Al ser declarada BCIN (Bé Cultural d’Interès Nacional) por la Generalitat en los años 90 había la obligación de abrirla al público. Se hacía de forma puntual y quien lo gestionaba era el Ayuntamiento de Reus, que había llegado a un acuerdo con la familia. El empresario Xavier Martínez pensaba que un espacio patrimonial de la importancia de la Casa Navàs tenía que poder ser disfrutado por toda la población. Esto es lo que lo motivó a comprar la casa de la que tiene dos terceras partes porque una continúa en manos de la familia».
Sigue Sagalà: «La prueba de que fue una decisión de responsabilidad hacia la ciudad de Reus es que todo el dinero que se ha ganado desde el primer día con la apertura de Casa Navàs se ha vuelto a reinvertir en la casa con trabajos de restauración y reconstrucción: escalera de servicio, tienda, trabajos de carpintería, vitrales, cabecero de la fachada, ahora el torreón... El objetivo es mantener la Casa Navàs en las mejores condiciones posibles para que perdure a lo largo de los años y devolverle su aspecto original».
Casa Navàs acoge actos ciudadanos de diversa índole. «El objetivo es tener una actividad cultural diversificada. Esto permite que la gente pueda redescubrir constantemente esta joya modernista desde diferentes perspectivas y conocer bien la obra de Domènech i Montaner. Nos gusta mucho jugar con el concepto del arte crea arte. En Casa Navàs estamos impulsando muchas actividades artísticas y dando voz y visibilidad a gente muy talentosa del territorio. El público lo valora y nos acompaña en cada uno de los actos que organizamos», sentencia Sagalà.