Los Mossos d’Esquadra han detenido en Barcelona a un hombre como presunto autor de la muerte violenta de su parejas y posterior ocultación del cadáver, hechos ocurridos en agosto de 2022 el municipio de La Morera de Montsant. El cadáver no ha sido encontrado aún.
Desde un principio, la familia de la víctima sospechaba que detrás del crimen estaba Carlos, la pareja de la mujer.
El arresto fue efectuado este martes por la Unitat Central de Persones Desaparegudes de la Divisió d’Investigació Criminal. Esta asumió al caso ya que los indicios apuntaban a una desaparición del ámbito criminal.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Valls –que se encarga de los delitos de violencia de género– ha acordado prisión provisional, comunicada y sin fianza para el detenido. La causa está abierta por los delitos de homicidio, ocultación de cadáver y maltrato físico y psicológico.
La familia de la víctima fue informada por los Mossos sobre la detención, aunque no les facilitaron más detalles.
Los investigadores han trabajado intensamente para encontrar el máximo de pruebas e indicios para demostrar la autoría de los hechos. En este contexto, han realizado un análisis muy exhaustivo y profundo de los datos de telefonía móvil que han permitido romper la coartada que el presunto autor de los hechos ha mantenido durante ese tiempo y desmontar contradicciones que se han demostrado como falsas.
Asimismo, también han aflorado indicios materiales determinantes para la investigación consistentes en pertenencias de la mujer que el detenido tenía en su propiedad meses después de su desaparición aunque en un contexto de normalidad la víctima nunca habría abandonado.
La investigación sigue abierta y ahora los investigadores se centran en conseguir más información que les lleve a la localización del cuerpo de la víctima.
Mónica nació en Irún –de aquí su apodo de Mónica la vasca–. A los veinte años se mudó con su familia a Tarragona. Estaba embarazada. En el momento de la desaparición, la protagonista de esta historia tenía 45 años y su hijo, que se ha criado con la abuela materna, 22. Mónica, explica su hermana, era un alma libre. Trabajaba de camarera, aunque no tenía un trabajo fijo.
Le gustaba salir de fiesta, la música alternativa y componer temas con su ordenador. Ordenador que, por cierto, también desapareció con ella.
El 21 de julio de 2021, Mónica había quedado con una amiga para comer en Reus. Quería ponerla al día de su vida y explicarle que no estaba a gusto en la relación que mantenía con su novio.
Cuando ocurrió su desaparición, Mónica llevaba unos meses viviendo en La Morera de Montsant, en el Priorat. Vivía con su novio, que había conocido hacía poco más de medio año. Algunos testigos aseguran que tenían una relación tóxica, complicada. De hecho, la noche antes de la desaparición habrían tenido una fuerte discusión en un bar de Cornudella de Montsant.
La familia de Mónica empezó a notar que algo raro pasaba cuando, al cabo de una semana, operaron a su madre y la joven no se puso en contacto con ella. «Era principios de agosto cuando decidí mirar su última conexión de WhatsApp. Me entró un escalofrío, no se conectaba desde el 21 de julio», explicaba al Diari la hermana, María Jesús.
Tampoco publicaba nada en Facebook desde hacía días, cuando Mónica prácticamente contaba toda su vida en redes. La familia decidió ir a denunciar la desaparición ante los Mossos.
A partir de ese momento, son muchos los amigos que se pusieron en contacto con la familia para explicar la mala relación que tenía Mónica con su novio. De hecho, la joven, días antes de su desaparición, entregó unos archivos de audio a un amigo por si acaso le ocurría algo. En los audios se puede escuchar una fuerte discusión entre ambos un mes antes de que se le perdiera la pista a Mónica.
Los Mossos interrogaron varias veces al novio. La versión que ha dado el joven es que el mismo 21 de julio, sobre las dos del mediodía, dejó a Mónica en la parada de autobús de Cornudella de Montsant, y que ya no ha sabido nada más de ella.
La policía también ha rastreado el móvil de Mónica y la última señal la da en el pueblo de La Morera de Montsant, el mismo día 21 a las siete y pico de la mañana, después de llamar tres veces a su novio.