Agentes de la Policía Nacional han detenido a tres personas, una de ellas en Girona y las otras dos en la localidad de Lloret de Mar (Girona) tras haber defraudado, mediante estafas, una cantidad superior a 14.000 euros a ocho víctimas de diversas partes de España (Jaén, Ferrol, Madrid o Tenerife entre otras).
En las detenciones de Lloret de Mar, una de las autoras recogía el dinero procedente de estas estafas tan pronto como era ingresado en su cuenta bancaria, transfiriendo parte al segundo de ellos.
Tras las investigaciones por parte del citado grupo, los agentes pudieron observar que quien recepcionaba el dinero en segunda instancia estaba implicado en otros tres hechos delictivos de la misma naturaleza, los cuales no habían sido resueltos aun.
Ambos autores utilizaban diversos métodos, como ya el nombrado “hijo en apuros”, en el que se hacían pasar por algún familiar de las víctimas, solicitando de manera urgente cantidades de dinero, siempre superiores a los mil euros, para la resolución de un imprevisto y ante el temor de las víctimas y, antes de cerciorarse de la autenticidad de la identidad de sus familiares, realizaban las transferencias a las cuentas bancarias que les era indicada, procediendo los estafadores a retirar de manera inmediata el dinero, imposibilitando de esta forma la recuperación de este.
Respecto al detenido en la localidad de Girona, a través de medios de Ingeniería Informática, lograba obtener tarjetas bancarias “clonadas” de las víctimas, las cuales habría usado para realizar extracciones monetarias en cajeros de la localidad hasta en tres ocasiones, si bien las mismas se habrían producido a principios de año, no siendo hasta ahora cuando uno de los agentes del citado grupo, logra identificar al mismo fuera de acto de servicio, procediendo así a su detención concluyendo la investigación llevada a cabo meses atrás.
Desde la Policía Nacional se advierte del peligro que tiene dar credibilidad a cualesquiera mensajes o correos electrónicos recibidos, así como de los enlaces web maliciosos recibidos cuyo acceso enmascara la apariencia de una página web oficial de entidad bancaria, donde se pide cualquier tipo de clave de acceso, lo que facilita que los embaucadores puedan tener total libertad a la hora de realizar transacciones y movimientos, así como compras con el dinero de las víctimas.