El lunes por la tarde, los conductores que circulaban por la AP-2 en sentido Lleida-Zaragoza se encontraron un colapso provocado por un accidente de tráfico a la altura del kilómetro 226 de la vía rápida, en el término de Banyeres del Penedès (Baix Penedès).
El accidente fue más aparatoso que grave, puesto que los dos conductores de los tráileres salieron por su propio pie de la cabina y no sufrieron heridas de gravedad.
Otra cosa fue la carga, ya que el impacto por alcance de un camión a otro provocó que sufrieran desperfectos y también los vehículos pesados.
El accidente, a medida que se han conocido detalles, pudo ser extremadamente peor, ya que la colisión se produjo en el transcurso de un viaducto y uno de los camiones estuvo cerca de quedar colgado (como mínimo) en este puente.
El camión de matrícula portuguesa estaba cargado, con rollos de celulosa, entre otros productos. Este chocó contra el remolque de un vehículo del País Vasco que circulaba delante de él.
El impacto provocó que el primer camión perdiera el control y la cabina terminara chocando con la bionda metálica del viaducto, lo que destrozó la cabina del tráiler y parte de las protecciones metálicas; estas evitaron que el camión terminara colgando.
El segundo camión también sufrió daños, pero además la carga se desplazó y los rollos de celulosa salieron disparados. Uno terminó al fondo del barranco, los otros llegaron a desencajar las barreras metálicas del puente.
Los dos conductores pudieron salir por su propio pie y los vehículos quedaron dañados, pero dentro de la autopista. Hasta ayer martes, se realizaron trabajos de trasvase de carga y extracción de los vehículos dañados.
Este miércoles, sin embargo, todavía hay un carril cortado porque los responsables de mantenimiento de carreteras reparan las vallas metálicas del viaducto, las protecciones que evitaron con toda seguridad una tragedia.