En la calle Dalí de Reus existe un club cannábico sin licencia. Una entidad que debería funcionar únicamente con socios y que solo se permite consumo de algunas sustancias. Sin embargo, las sospechas de que había un trapicheo de drogas con personas desvinculadas a la entidad se fue confirmando en los últimos días cuando Mossos activó un dispositivo de vigilancia en este local.
Tras recopilar pruebas de que había un circuito de venta ilegal de drogas, ambos cuerpos de seguridad montaron un registro este miércoles a media tarde en el que confirmaron las sospechas.
Alrededor de las 16:45 horas, se llevó a cabo el dispositivo conjunto con la Guàrdia Urbana de Reus en este club cannábico. Semanas antes, agentes del Grupo de Delincuencia Urbana de la comisaría de los Mossos de Reus observaron como algunas personas de origen extranjero, principalmente turistas, entraban y salían de la tienda. Algunos de estos ‘clientes’ se trasladaban desde otros municipios y accedían libremente a este local. Sin ser socios de la entidad que gestionaba el club, adquirían las sustancias que necesitaban y abandonaban el establecimiento.
Esta práctica sistemática y la constatación de que este club cannábico se había convertido en un punto regular de venta de drogas, motivó la preparación de este dispositivo conjunto de Mossos y Guàrdia Urbana. Un operativo que confirmó que la actividad que se llevaba a cabo no se adecuaba a la correspondiente licencia municipal.
El dispositivo terminó con cuatro detenidos como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas. Se trata de un hombre de 37 años y tres mujeres de 27, 36 y 41 años. También se identificaron a 21 personas, algunas de ellas con antecedentes policiales por varios delitos.
Además de los detenidos e identificados hubo decomisos: 3.000 euros en billetes fraccionados, 2.000 monodosis de marihuana -de 2 gramos cada una-, 800 monodosis de hachís -de 2 gramos cada una-, 30 envoltorios de hachís, 600 cigarrillos preparados de marihuana; en definitiva, diferentes productos ilegales para su venta.
Se observó que el local tenía un equipo completo de sistema de videovigilancia y grabación de imágenes del local y sus alrededores. Su fin: comprobar si estaban siendo vigilados y ver quién venía a comprar. En relación a este sistema, se formalizó un acta por infringir la ley de protección de datos.
Ante el claro incumplimiento de la licencia de actividades, la Guàrdia Urbana de Reus levantó otra acta acompañada de una inspección específica con el correspondiente departamento municipal, dirigida a la clausura de la actividad y por tanto al precinto y cierre de este club cannábico.
Las cuatro personas detenidas quedaron en libertad unas horas después con la obligación de presentarse ante la autoridad judicial cuando sean requeridas.
