La remodelación de la fachada principal del Mercat Central, que arrancó en septiembre, avanza sobre calendario y estará lista «hacia mayo, antes de verano». Dará lugar al Gastromercat: un nuevo espacio de restauración con terrazas encajado en el frontal del equipamiento.
El Ayuntamiento ya tiene un operador que lo ocupe, Veritas, que obtuvo la adjudicación de la parte más cercana a la calle Sant Joan y compaginará la venta y la degustación de productos ecológicos y de proximidad. Y, ahora, el gobierno ha iniciado «la búsqueda de otro más que complemente», tal como especifica el concejal de Promoció Econòmica i Coneixement, Josep Baiges. Este se instalaría en la zona frente a Les Oques.
«Técnicamente, no resulta ningún inconveniente que contemos solo con un operador», puntualiza el edil, que incide en que «incluso en el aspecto visual, no sería un problema porque se tratará de un espacio diáfano». Sin embargo, la voluntad es que sean dos empresas las que acaben desarrollando actividad en el Gastromercat.
El proyecto fue concebido por el anterior gobierno, pero «creo en él y pienso que podremos ver cómo cambiará los hábitos de la gente», valora Baiges. «Se trata de generar una entrada más amable al Mercat Central, que cuente con una plaza y que en ella pasen cosas, que sea confortable. En resumen, es crear una nueva centralidad, un antes y un después... aprovechar la oportunidad para diferenciarse», añade.
El Gastromercat, según anunció en su momento el ejecutivo local, dotará la entrada por la calle Sant Joan de escaleras y una gran rampa para mejorar la accesibilidad, incorporará una plaza elevada y el uso de terrazas en el exterior. Las labores que siguen en marcha obligaron a reubicar 14 paradas del Mercat de Marxants. El espacio en el que anteriormente se ubicaba Caprabo se aprovechará y la fachada se abrirá. La inversión es de unos 920.250 euros, más otros 574.935 dedicados a climatización.
La intención es que todo ello empuje al Mercat a ofrecer actividad en un horario más extenso, ya que el Gastromercat funcionaría en franjas independientes y amplias. También atraer nuevos clientes hacia el consumo local y sostenibles.
Veritas se desplegará en 386 metros cuadrados de zona interior y también tendrá una parte exterior. La distribución de la sala permitirá que los clientes circulen entre la zona de ventas –en formato autoservicio– y la de cafetería y degustación. La apertura comportará entre 10 y 12 contrataciones.
Que beneficie a todas las partes
El proyecto del Gastromercat ha sido bien recibido por los paradistas del Mercat Central. Su presidente, Ildefons Vidal, señala que, en general, «estamos contentos de que una parte que estaba desocupada pase a tener actividad». Y destaca que «la renovación de la fachada nos satisface y nos gusta que el Ayuntamiento invierta donde hay negocios. Esperamos que acabe siendo beneficioso para todos».
Los paradistas están al corriente de que «al lado de Veritas aún hay sitio y el Ayuntamiento quiere atraer a otro operador». E insisten en que «todo lo que sea que haya más movimiento, en principio, debería venirnos bien. Si no es a nivel de aumento de ventas, sí en el sentido de ofrecer más servicios. Será un complemento. Nada resta».
Sobre los horarios de apertura, Vidal indica que a los paradistas se les formuló recientemente una propuesta para abarcar toda la semana que no han considerado viable. De hecho, la última actualización de la jornada, que comportaba alargar los mediodías, tampoco ha logrado la implicación de todos los negocios, aunque «las tardes de jueves y viernes funcionan». La Navidad, que suele suponer un pico de ventas importante, la afrontan con optimismo y deseando que la clientela «quede satisfecha».
El nuevo emplazamiento de la histórica pérgola
El cambio de aspecto y usos de la fachada del Mercat Central llevó a retirar, coincidiendo con el inicio de las obras, la característica pérgola que ocupaba el espacio frente al acceso principal. El Ayuntamiento informó entonces de que se trataba de un traslado: se buscará una nueva ubicación en la que enclavar la estructura de madera, que permaneció acompañando al equipamiento durante alrededor de tres décadas, desde 1991.
El concejal de Promoció Econòmica i Coneixement, Josep Baiges, valora que el cambio de escenario «permite ver la Casa Gasull» y da «un nuevo aspecto a la zona» sin que haya resultado traumático.
Pero, ¿dónde se reubicará la pérgola? Todavía está pendiente, en principio, definir el nuevo emplazamiento, en una determinación que aún no se habría tomado. El septiembre, el gobierno apuntó la voluntad de que la pérgola desplazada desde el Mercat Central acabe «definiendo un lugar de estancia, un refugio climático, con otros elementos de mobiliario urbano y jardinería». Las piezas están guardadas, a la espera.