Analizar la viabilidad de la implementación de una moneda local en Reus sigue siendo una voluntad que tiene la administración local sobre la mesa, así lo refleja el Pla d’Acció Municipal (PAM) 2023-2027 y así lo confirma el concejal de Empresa, Formació i Ocupació, Òscar Subirats, quien devuelve a la actualidad la situación en la que se encuentra el proyecto iniciado en el anterior mandato.
Estos últimos meses, la concejalía ha ido manteniendo el contacto con colectivos del entorno relacionado con la economía social y solidaria y «sabemos que, en el orden del día, también saldrá el tema de la moneda local. A partir de aquí, mediremos el interés». A grandes rasgos y, a modo de recordatorio, el Ayuntamiento de la ciudad quiso estudiar un nuevo sistema de cambio en el anterior mandato, una moneda propia para consumo local, con la que fomentar la economía social y solidaria y para evitar, entre otras muchas cosas, la fuga de subvenciones. Y es que, según el primer informe de viabilidad del proyecto –elaborado por el Observatori de la Moneda Complementària presentado en 2022–, se cifró en alrededor del 70% el importe de las ayudas otorgadas a empresas por parte el Ayuntamiento que acaban gastándose fuera del municipio.
«En el anterior mandato, se realizó trabajo previo a la implementación, tanto en la exploración de su viabilidad como en empezar a identificar los colectivos más afines a este sistema. A partir del mandato actual, todo ha quedado en pausa», declara el edil, quien remarca que el próximo paso para reactivarlo todo será «saber qué consenso social hay respecto a esta propuesta, con el fin de medir la necesidad de una moneda local».
Buscar el concepto
Lo «más complicado» viene ahora y es «conceptualizar el proyecto para implementar la moneda» y eso pasa por «volver a pedir acompañamiento externo de consultoras especializadas en el tema de la economía social y solidaria, para ver cómo materializarlo todo. Será entonces cuando sí que tendremos un calendario claro». Aún «tenemos que definir cuándo contrataremos a una para hacerlo posible, pero es algo que tenemos pendiente».
Subirats habla de la complejidad del proyecto, sobre todo, en cuanto a toda la implicación que puede significar para intervención y secretaria del Ayuntamiento de Reus. «La moneda local tiene ramificaciones. Por ejemplo, hay una parte relacionada con que la moneda sea de curso legal. Todo ese trabajo que hay que conseguir para que sea intercambiable por euros es algo que no depende del reconocimiento del municipio, sino que necesita el de bancos oficiales, conforme una cantidad determinada corresponde a otra». Todo ello, «requiere tiempo».
Otra rama sería «la más vinculada a la economía social y solidaria, un sistema que está imponiéndose cada vez más en el imaginario de la sociedad y que avanza en paralelo, con conceptos como el banco de tiempo», señala el concejal. Dicho término implica a una comunidad que lo que intercambia es tiempo. «Nuestra intención y lo más básico para dar con el concepto es casarlo con la necesidad social. De lo contrario, esta no deja de ser una iniciativa pública más. Hay que ver de qué manera damos respuesta a necesidades determinadas porque, de lo contrario, el concepto podría fracasar», valora Subirats.