Afinales de febrero, ERC se convirtió en la primera formación en proclamar candidata para las municipales de 2023: Noemí Llauradó concurrirá por tercera vez como cabeza de lista, tras haber conquistado la concejalía de Salut en la primera ocasión y en esta otra, la vicealcaldía, un cargo hasta entonces inédito en el gobierno de Reus.
A Junts, que todavía no ha oficializado nombre, la decisión pública de Carles Pellicer de no optar a un cuarto mandato parece haberle puesto al descubierto los planes. Teresa Pallarès es una opción que ha cobrado mucha fuerza para liderar una lista con la que el propio Pellicer (PDeCAT) deseó el lunes, en su ponencia en el Teatre Bartrina, que «mi espacio político, que es plural, esté unido y disponga de un amplio capital humano y político».
En la historia del consistorio reusense aún no ha habido nunca una alcaldesa. El año que viene, al menos dos mujeres aspirarán a hacerse con la vara. Son la presidenta de la Diputació de Tarragona y, muy probablemente, la delegada del Govern de la Generalitat en la provincia, que han resultado pioneras también en estos dos cargos históricamente ostentados por hombres. Pero no son las únicas. Rosa Maria Abelló, por ejemplo, tomó posesión, a mediados de 2021, como la primera presidenta del Consell Comarcal del Baix Camp. Y, al ponerse al frente de la Cambra de Reus, Jordi Just y Àgata Girbes anunciaron un acuerdo de intenciones para repartirse el mandato en 3-1.
Se trata de políticas de alto rango, mujeres que han abordado parcelas de poder donde hasta no hace mucho solo tenían cabida ellos y que están dejando, y dejarán, su huella en la historia por haberse abierto paso en esferas en que no tenían cabida. Y cada vez son más, en el camino hacia la normalidad. Pero que hoy su presencia sea llamativa y suponga la excepción, que sea noticia, es una cuestión para reflexionar. Queda mucho recorrido.
Regresando a la carrera por la alcaldía, Llauradó ya destacó en 2019 la condición de mujer como un valor en las urnas, vinculada, en su caso, a la idea de «construir una ciudad feminista». El mensaje estuvo muy presente, desde varias voces y concretado en la pretensión expresa de ser «la primera alcaldesa de la ciudad», en aquel último acto de campaña, el 24 de marzo en la plaza de la Llibertat, en el que ERC echó el resto. Con ella en las papeletas, el partido republicano cosechó casi 3.370 votos en 2015 y alrededor de 7.450 en los últimos comicios municipales.
Con pasado socialista, Pallarès, por su parte, entró en 2019 en el 3 de la lista de Junts per Reus como independiente para configurar una candidatura «transversal, integradora y con distintos matices ideológicos». Desde entonces, ha dirigido la concejalía de Economia, Coneixement i Habitatge. Hace mes y medio, Montserrat Vilella (Junts), concejala de Benestar, dejó su acta en el Ayuntamiento, según explicó, para dedicarse a la Direcció General de l’Autonomia i la Discapacitat de la Generalitat. Ese movimiento, sumado a la determinación de Pellicer de poner el punto final a su etapa en la alcaldía después de 12 años, ha convertido a Pallarès en la mejor posicionada para encabezar el proyecto de Junts de cara a 2023, a la espera de que el propio partido se pronuncie.
En las últimas elecciones, de las seis formaciones que entraron en el Ayuntamiento, Junts, Ara Reus y PSC lo hicieron con un hombre –Pellicer, Dani Rubio y Andreu Martín– en el número 1. Llauradó, Débora García (Cs) y Marta Llorens (CUP) fueron las candidatas. Hasta 14 de los 27 concejales del consistorio son mujeres. ¿Tendrá Reus su primera alcaldesa en 2023?