El 86,6% en que se quedará finalmente la ejecución del Pla d’Acció Municipal (PAM) 2019-2023 de Reus, la hoja de ruta de la ciudad este mandato, resulta, para el gobierno, «un porcentaje bastante elevado» considerando que «también se produjo actividad fuera de él» y que «tuvimos la Covid-19 y movilizamos todos los recursos disponibles para atender a las personas y darles seguridad».
Así lo defendió la vicealcaldesa, Noemí Llauradó, hace pocos días en el balance de lo que se ha hecho y lo que se ha dejado de hacer en los últimos cuatro años.
La puesta al día del portal de rendimiento de cuentas del PAM (planificacio.reus.cat) permite ahora afinar el dato. Ese 86,6% abarca 369 acciones plenamente finalizadas (un 66% del total de 559 que se programaron), 172 iniciadas pero que no se han llegado a acabar (31%), y otras 18 (3%) sin empezar.
Especialmente en un momento en que todos los partidos lanzan ya sus propuestas para las elecciones del 28 de mayo, toman relevancia esas 18 ideas que, pese a ser ciertamente pocas, se fijaron como objetivos a alcanzar y nunca comenzaron a materializarse. En detalle, las 18 se reparten casi equitativamente entre tres de las cuatro áreas que integran el PAM: las denominadas Progreso Social, Espacio Urbano y Desarrollo Económico.
Dentro del primer ámbito, el del Progreso Social, quedaron pendientes el cheque bebé en el marco del Pla Municipal de Famílies, la elaboración un Plan Director de Cooperació, talleres para aproximar a empresas y personas diagnosticadas de alguna enfermedad mental, la realización de campañas de prevención de los accidentes domésticos y la compleción del mapa de elementos de gimnasia para mayores en cada barrio o urbanización.
Como parte del eje de Espacio Urbano, llegaron al final del mandato aún a la espera de comenzar a materializarse un programa de ayudas a la rehabilitación de fachadas, la puesta en marcha de alertas dirigidas a la ciudadanía mediante sistema de SMS para situaciones de emergencia, el establecimiento de un catálogo de actividades de los centros obligados a disponer de un Pla d’Autoprotecció, una aplicación móvil para los ‘pedibús’ en los centros escolares y un concurso de proyectos para el futuro del Vapor Vell.
Y en cuanto a Desarrollo Económico, lo que quedó en el tintero se centra en la facilitación de la apertura de nuevas residencias de estudiantes, el apoyo a acciones vinculadas al sector aeronáutico, la redacción e implementación de un plan de proyección exterior, un plan de protección de establecimientos comerciales históricos y la recuperación de la línea de ayudas ‘Reus fes goig’ para mejorar las fachadas de los edificios emblemáticos.
El apartado que sale mejor parado, de despliegue prácticamente impecable si lo que se mide es el inicio de las acciones que se programaron, es el cuarto, bajo el título Gestión y Organización. En ese, al gobierno solamente le faltó definir el Pla Estratètic TIC de Reus, realizar un estudio del mismo sector y buscar sinergias con empresas del territorio, y activar el debate para que Reus se acogiese a la Ley de Grandes Ciudades.