La tensión lleva semanas entre los comerciantes de Reus que integran la Unió de Botiguers.
Rosa Lucas asumió la presidencia hace poco más de un año, tomando el relevo de Meritxell Barberà, pero las voces contrarias a su liderazgo y a su forma de llevar la entidad eran un ruido de fondo que fue creciendo hasta convertirse en crisis. Una crisis que ha derivado en una asamblea celebrada este jueves al mediodía y en la que se ha llevado a votación una moción de confianza. Fuentes de la entidad comercial aseguran que se trataba de la asamblea general que se celebra cada año para realizar balance y en la que han querido tomar el pulso de la satisfacción de los asociados.
Los asociados han hablado muy claro. Con 13 votos a favor de la continuidad de la actual junta y 29 en contra, la gran mayoría de asociados presentes en la reunión ha optado por el cambio, así que la etapa iniciada en abril de 2023 puede finalizar aquí. A partir de este momento, se abre un periodo de quince días para presentar candidaturas y habrá que celebrar elecciones para elegir la nueva junta. Si no hay candidaturas, seguirá la actual e iniciará una nueva etapa.
Fuentes consultadas aseguran que la asamblea se ha celebrado en un ambiente de total normalidad, aunque otras afirman que en el tramo final se ha respirado tensión. En cualquier caso, las quejas que habrían motivado la moción lamentaban que la junta actual no se movía lo suficiente ni impulsaba las iniciativas que el comercio de Reus merece.
«No lo esperábamos»
Preguntada por el Diari, Rosa Lucas, todavía presidenta de la Unió de Botiguers, asegura que la situación les ha sorprendido y que no se lo esperaban. “Había algunas quejas muy normales en una asociación. Ya que había estas quejas, hemos convocado la asamblea, y ha salido así. Ahora tenemos que esperar quince días a ver si hay una propuesta de junta nueva y a partir de aquí se va a decidir”.
En los próximos días se va a desvelar el camino a seguir por la entidad y cuáles son los nombres que optarán a liderar la nueva etapa.
