El comercio local de Reus sobrevivió a la llegada de los supermercados e hipermercados, con el primer Pryca (Carrefour) en 1991. También lo hizo con La Fira Centre Comercial, inaugurada en 2015 y, más recientemente, con la pandemia y la irrupción del comercio online. Ahora, tendrá que enfrentarse al futuro Tarraco Centrum, en Tarragona. Justo han empezado los trabajos preliminares en los terrenos del Pla Parcial 10, entre los barrios de Bonavista y Campclar, justo delante de Les Gavarres, con previsión que a finales de año entren los primeros operadores.
En un territorio donde en apenas 10 minutos en coche te sitúas al municipio vecino, que Tarragona cuente con un una nueva grande superficie –que se sumará al Parc Central–, podría acabar repercutiendo al comercio de Reus. Y como un Déjà vu, vuelve la eterna pregunta: ¿aguantará el pequeño comercio?
El mismo sector se lo pregunta, igual que lo hizo diez años atrás con la apertura del primer centro comercial de Reus. Pero ahora se muestran más prudentes. Y si en 2015 la llegada de La Fira fue vista como una sentencia de muerte, el futuro Tarraco Centrum se ve con mayor perspectiva y, por ahora, evitan poner la venda antes de la herida.
«Hay opiniones muy dispares entre los comerciantes», expone la presidenta de la Unió de Botiguers de Reus, Rosa Lucas. Jacint Pallejà, presidente saliente de El Tomb de Reus, también considera que «es un poco pronto» para opinar. «La realidad, aun así, es que la competencia directa de este nuevo operador es otro centro comercial», expone Pallejà, aunque La Fira Centre Comercial prefiere, por ahora, no pronunciarse.
Desde El Tomb de Reus consideran que «lo que tenemos que hacer desde entidades como la nuestra es continuar adaptándonos». En lo que tiene que pensar la clientela, aporta, es que «va a comprar a espacios llenos de negocios diferentes, y no a asociaciones; lo que nosotros tenemos que hacer para seguir adelante es conseguir que la gente conecte con nosotros y hacer las cosas bien hechas para que vuelvan a nuestros establecimientos».
La marca propia. Ésta es la gran apuesta del comercio local de Reus: «Trato personal con el cliente y el espacio» como rasgos diferenciales, subrayaba Pallejà al Diari. Lo comentaba hace apenas un mes en un artículo sobre la marcha de grandes cadenas de la ciudad en los últimos años, con Zara, Massimo Dutti y H&M y, más recientemente, el Intersport del arrabal de Jesús. En esta línea, Josep Maria Piñol, técnico de la Càtedra Universitat i Regió del Coneixement de la URV, también señalaba el «modelo urbano compacto» de Reus como un diferencial. En cuanto a la fuga de grandes cadenas, éstas «miran más la rentabilidad», además de tener en cuenta cuestiones como las tendencias, «que siempre varían», señalaba Piñol.
Las tendencias son cambiantes, y también el territorio. Todavía es pronto para saber cómo puede acabar afectando Tarraco Centrum al comercio de Reus. Pero no hay duda que los negocios seguirán trabajando por marcar diferencia y seguir siendo la ciudad comercial de referencia que siempre ha sido.
