Las entradas a la Casa Grau Pla, en el número 32 de la calle Sant Joan de Reus, fueron ayer tapiadas para evitar el acceso de ocupas después de que el edificio sufriese recientemente dos asaltos por parte de varias personas.
Las obras se iniciaron por la mañana. Pero, una vez en marcha, el arquitecto municipal ordenó la retirada de los ladrillos, que se acabará produciendo probablemente durante el día de hoy.
La construcción modernista, con fecha de 1910, la dibujó el arquitecto Pere Caselles a raíz de un encargo de Miquel Grau. Y tiene protección patrimonial: se trata de un Bien Cultural de Interés Local (BCIL). Esa protección, según recoge el Pla Especial de Protecció del Patrimoni Arquitectònic Historicoartístic i Natural de la Ciutat de Reus, afecta a la fachada de la calle Sant Joan.
El bloque es esquinero y da también a la calle de Pere Òdena. Fue levantado durante la recta final del modernismo floral, cuenta con decoración escultórica en formas vegetales y son características las figuras mitológicas de dos dragones que se aprecian justo en lo alto de la casa, además de sus dos medallones con las iniciales M. G. y con la fecha en que se estrenó. Forma parte de la Ruta del Modernisme.
A la Casa Grau Pla, los ocupas accedieron en una primera ocasión por la parte superior, presumiblemente saltando desde otras terrazas. La propiedad intervino ya entonces para cerrar los puntos por donde habían pasado, pero volvieron a colarse, sin haber llegado a establecerse en el interior.
Con la voluntad de proteger el inmueble, se realizaron ayer trabajos de tapiado en las entradas que, al tratarse de un BCIL, deberán deshacerse.
