El alcalde de Reus, Carles Pellicer, y el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, ya han firmado el protocolo de colaboración entre el Ayuntamiento y el Arzobispado para la cesión del edificio del Centre Catòlic, en la calle de la Presó.
Este es un paso esencial para avanzar hacia la firma del convenio definitivo. Con esto, el Arzobispado otorgará de forma gratuita al Ayuntamiento un derecho de superficie para 50 años. El objetivo es impulsar la rehabilitación del edificio, de lo que se haría cargo el consistorio, para que pueda cumplir la función de dinamización cultural y fomento de las artes escénicas. Así, el equipamiento recuperaría la actividad habitual, incluyendo la sede estable de la Associació Bravium Artístic i Cultural.
La firma del protocolo de colaboración se ha materializado este viernes, 31 de marzo, a las 19 h en un acto al Centre Cultural El Castell. También estaba presente la presidenta de la Diputació de Tarragona, Noemí Llauradó; y el prior de la Prioral de Sant Pere, Joan Antoni Cedó.
Ahora, el protocolo tendrá que ser aprobado por el Pleno Municipal, mientras que por la otra parte, el Arzobispado necesitará el permiso de la Santa Sede. Una vez se hayan hecho estos pasos será cuando, definitivamente, ambas instituciones podrán firmar el convenio que hará efectiva la cesión.
En el acto de esta tarde, el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, destacó la «cordialidad» durante las negociaciones que ha llevado a alcanzar un acuerdo que para Planellas, y también para Pellicer, representa una «suma de voluntades».
El alcalde de Reus ha recordado que se ha llegado a este punto después de un proceso «complejo» que se ha alargado durante más de un año. En enero, el acuerdo peligró después que el Arzobispado pidiera la supervisión de la programación, por si había manifestaciones contrarias a la moral cristiana. Según Pellicer, al final se ha llegado a buen puerto por los «esfuerzos» de ambas partes «para encontrar un equilibrio». Paralelamente, la Diputació mantiene el compromiso de apoyar el proyecto y, como señaló Llauradó, ya hay una partida presupuestaria.