El Ayuntamiento de Reus y el Arzobispado de Tarragona, tras tiempo de conversaciones, han llegado a un acuerdo para la cesión del Centre Catòlic, edificio situado en la calle de la Presó número 13, con el fin de impulsar su rehabilitación y puesta al día. El objetivo es que el edificio pueda cumplir la función de dinamización cultural y fomento de las artes escénicas en beneficio de la ciudadanía, con perspectiva de usos culturales, sociales y cívicos.
Está previsto que ambas partes firmen mañana viernes, a las 18.30 horas y en el Centre Cultural El Castell, el protocolo de colaboración correspondiente. El documento permitirá llevar a cabo los últimos pasos y dar paso a la firma definitiva del texto del convenio, que se prevé que pueda tener lugar pronto, una vez aprobado el proyecto por parte de los órganos competentes. Más adelante, el Ayuntamiento detallará en qué consiste todo el proyecto, aunque el planteamiento, de momento, sigue pasando por rehabilitar el antiguo Centre Catòlic y convertirlo en un teatro municipal.
Así lo anunciaron las partes a finales del año pasado. Las condiciones, eso sí, han cambiado desde que el Arzobispado hizo llegar al Ayuntamiento, el pasado mes de enero de este 2022, unas consideraciones distintas de lo acordado inicialmente.
En palabras del alcalde de Reus, Carles Pellicer, los puntos eran «inasumibles». Entre otros, había uno en el que la Iglesia consideraba necesaria la introducción de una cláusula de estilo en el contrato, pedía la supervisión de la programación, por si había manifestaciones y expresiones contrarias a la moral cristiana.
«No puedo firmar un convenio de estas características, en el que se quiere ejercer un control sobre la libertad de expresión, se quiere vigilar que la futura programación cultural no contravenga la moral cristiana», dijo en su momento Pellicer.
Los detalles
En una reunión que tuvo lugar a principios de año entre el alcalde; el Arzobispo de Tarragona, Joan Planellas; y con la presencia de la presidenta de la Diputació de Tarragona, Noemí Llauradó; se pusieron sobre la mesa las diferentes propuestas y se acordó trasladar al personal técnico de ambas partes las negociaciones oportunas a fin de llegar a un acuerdo.
La fórmula jurídica acordada será, finalmente, un derecho de superficie otorgado de forma gratuita al Ayuntamiento y con una duración de 50 años, y no durante 99 como fue lo acordado inicialmente. El Ayuntamiento se hará cargo de las obras y se compromete a velar por el respeto a todas las sensibilidades (de identidad de género, religiosas, diversidad cultural...), con la voluntad de evitar manifestaciones que induzcan al odio, en el marco del respeto a los derechos fundamentales previstos en la legislación vigente.
También quedarán reservados unos espacios en la segunda planta para el uso del Arzobispado, así como para oficinas municipales de cultura, y se dará cabida a la Associació Bravium Artístic i Cultural, dada la trayectoria y la actividad de otras manifestaciones de las artes escénicas desarrollada en la capital del Baix Camp. Dicha entidad hará un uso del equipamiento que se regulará a través de un convenio específico entre las partes.