No cuesta imaginar que, siendo zona por excelencia de avellanos y olivos, lo que diera nombre a esta calle fueran los conductos del agua de riego. Hoy en día, poco queda del Reus ‘dividido’ por una Riera y las posibles inundaciones; sobre todo y tristemente por la situación extrema de sequía actual. Sin embargo, la calle dels Recs sigue en pie, junto a muchas de sus antiguas viviendas de poca altura que unen Prat de la Riba y Sant Llorenç.
De un extremo -con pasado obrero y las fábricas textiles de la zona- a otro -mucho más moderno y cada vez más vacío- predominan los pequeños centros estéticos y amplios escaparates, así como una de las entradas a las Galerías Quer.
La necesidad de reinventarse
Las nuevas formas de consumo han obligado a numerosos comercios a buscar alternativas para recuperar clientela. Aun así, la realidad particular de cada propietario es bien distinta. Antonia Cuenca, por ejemplo, es propietaria de El Marc, un negocio de cuadros y enmarcación que suma 30 años en otro local -avenida Jaume I- y 12 en la calle dels Recs. Abrir un nuevo local fue casi como empezar de cero, pese a tener una clientela fija y «un nombre reconocido en Reus desde hace muchos años».
Tras ese principio de volver a ‘posicionarse’, Cuenca explica que muchos comercios a su alrededor no han tenido la misma suerte, ni siquiera reinventándose, pues «muchos autónomos tuvieron que echar la persiana a raíz de la pandemia». En consecuencia, «la clientela ha aumentado porque hay menos competencia y se reparten el ‘pastel’ entre menos negocios», añade.
Otro de los negocios más antiguos de la zona, Estradera Esports, lleva más de cuatro décadas instalado en la calle dels Recs. Su dependienta, Marcela, señala que «al principio se vendía mucho más y era diferente; incluso, un cambio evidente es que empezó siendo una tienda exclusivamente de equipamiento de hockey y ahora es minoritario». En general, lamenta también que «se ha quedado muy anticuado porque es una tienda de toda la vida, parte de la clientela es ya muy mayor y tampoco tienen página web».
Para ellos, el principal reto está en atraer a los jóvenes. Existe un ‘relevo’ generacional en algunos clientes -de padres a hijos-, pero cuesta ir más allá de ese concepto familiar. De hecho, Marcela considera que vender por Internet y apostar por renovar en ese sentido el negocio será muy positivo para seguir muchos años más. Es más, la dependienta asegura que la cesión del testigo -por jubilación- de la propietaria original a su hija permitirá darle a Estradera Esports un nuevo aire.
Más allá de todo esfuerzo, los comercios dels Recs sopesan el hándicap de tener poca visibilidad y el hecho que la mayoría de transeúntes pasen sin apenas fijarse.
Mínima visibilidad
«Es un comercio que está un poco escondido», advierte Marcela, «y si no vives en la zona, es posible que no conozcas la tienda, aunque llevemos 40 años en el mismo sitio». En la tienda de deportes no creen que peatonalizar fuese una solución, pero reconocen «que de nada sirve tener escaparates completos si la gente no pasa expresamente por delante». Otra cuestión que evidencian es la disminución del turismo fuera del centro de Reus. «Antes entraba gente constantemente y estaba muy concurrida; aunque no comprasen, había movimiento y ahora es casi inexistente», describe la dependienta.
En el caso de otros negocios, como El Marc, tener visibilidad no es tan determinante como el boca a boca. «Al final, es el cliente quien busca la tienda y ya nos conoce mucha gente de la ciudad y de fuera de Reus que viene directamente», cuenta Cuenca.
Seguir abriendo cada día requiere esfuerzo y empeño. Para el comerciante de proximidad, cualquier iniciativa municipal puede ser un ‘salvavidas’ para que nuevos clientes lleguen hasta su puerta. Al mismo tiempo, aquellos con catálogos más específicos dependen únicamente de la calidad de su servicio y del trato que ofrezcan al ciudadano.
