Hace meses, ya un largo tiempo, que Mas Iglesias es un barrio muy discriminado y nos están tratando bastante mal», lamenta el presidente de la Associació de Veïns El Roserar, Francesc Jornet. La lista de quejas en este sentido es ciertamente extensa.
El estado precario de la rosaleda, carencias en el pipicán, desajustes en la movilidad por el despliegue de carriles bici, inseguridad en el parque de Mas Iglesias y el de L’Olla, trapicheo en el Cruyff Court o suciedad recurrente en ciertas zonas son algunos de los agravios que el vecindario denuncia señalando directamente al Ayuntamiento. Jornet compareció hoy para hacer público el malestar ante «todas las promesas que nos han hecho sin que casi ninguna se haya llegado a cumplir».
Pero hay dos cuestiones que indignan especialmente a la entidad. Una guarda relación con la voluntad del barrio de impulsar una feria medieval en el parque de Mas Iglesias. «Solicitamos los pertinentes permisos pero nadie daba señales de vida y, al cabo de un mes, nos enviaron un documento denegándonoslos», relata Jornet, y añade que «nos dicen, entre otras cosas, que se trata de un evento que solo puede organizar el Ayuntamiento y que el lugar no cuenta con la suficiente seguridad».
El caso es que, recientemente, «la Associació de Veïns Monestir sí pudo organizar una feria igual en el Passeig Misericòrdia», indica el presidente de El Roserar, que dice que «por eso, creo que lo que nos responden es mentira». «Debemos ser todos iguales y esto nos molesta mucho», subraya Jornet.
Fuentes municipales defienden que «se han estudiado las necesidades técnicas y no se puede garantizar toda la infraestructura que se requiere para el evento, teniendo en cuenta las peticiones de materiales que hay para estas fechas».
La otra cuestión tiene que ver con las subvenciones municipales para los locales de las asociaciones de vecinos. «Nos han otorgado alrededor de 4.200 euros, de los cuales nos han ingresado ahora 3.600 y, con eso, no tenemos para el local», critica el líder vecinal, que incide en que «lo necesitamos para realizar actividades» y que esos fondos «solo nos llegan hasta mayo. Y luego, ¿qué?». La AV El Roserar había solicitado unos 7.000 y «aunque no confiábamos en que nos lo dieran todo, sí que sabemos de otras asociaciones a las que se les ha concedido el 100%».
El Ayuntamiento sostiene que a los vecinos «se les ofreció espacio en la Biblioteca Pere Anguera y en el Centre Cívic, pero quisieron un local aparte» y que «el Ayuntamiento paga una parte del alquiler».
Además, «según en qué zonas, el barrio está sucio. El Ayuntamiento se ha gastado 70.000 euros y ha destrozado la rosaleda sin vistas a que vuelva a estar como antes. Los vecinos piden cerrar el parque de L’Olla, pero solo se han instalado allí cuatro farolas. Y los carriles bici, que podrían estar bien, se han hecho deprisa para cobrar la subvención europea, y nos quitan aparcamiento».
Jornet subraya el proyecto pendiente del Molinet: «Ahora se llama Pavelló Doble, tenía que ponerse en marcha a finales de 2022 o principios de 2023 y no hay dinero. Lleva tanto tiempo pendiente que cuando lo hagan igual ya es triple o más». «Nos sentimos desprotegidos y perjudicados por el Ayuntamiento y por el alcalde, que nos prometió muchas cosas y la única que ha hecho, y con un poco de chapuza, es el pipicán», critica.
«En Mas Pellicer nos han denegado todo lo que pedimos»
En Mas Pellicer, el desencanto con el Ayuntamiento es similar al que expresan los vecinos de Mas Iglesias. El presidente de la Associació de Veïns I de Maig, Eduardo Navas, se queja de que «nos han denegado todo lo que pedimos» en la convocatoria de ayudas para el pago de locales».
«Me dijeron que nuestro espacio es de la Generalitat y que, además, está cerca de otros sitios que podríamos usar. Pero pagamos igualmente recibos», dice. Fuentes municipales sostienen que la propuesta «no llegó a la puntuación mínima». La entidad ha recurrido.