Los planes para trasladar la estación de autobuses interurbanos desde la avenida de Salou hasta la calle de Jaume Vidal i Alcover contemplan encajar la infraestructura en su nueva ubicación tomando parte del parque de Mas Iglesias.
El gobierno local presentó a finales de julio el anteproyecto de la reordenación urbana de la zona, sin que se haya redactado todavía el proyecto ejecutivo, que no tiene calendario y que irá a cargo del nuevo Govern que encabeza Salvador Illa. Será la Generalitat, por lo tanto, la responsable de definir cuestiones como el presupuesto y el alcance definitivo de las actuaciones.
El Ayuntamiento insiste en que ese anteproyecto se elaboró «de manera acordada y consensuada» entre ambas administraciones. Y en que persigue, como principales objetivos, la máxima intermodalidad y la continuidad del servicio. Es decir, la estación original podrá seguir gestionando autocares hasta que entre en funcionamiento la nueva en Jaume Vidal i Alcover.
Pero el dibujo ha generado rechazo al menos en un sector del vecindario, que se ha constituido en plataforma y defiende la integridad del Parc de Mas Iglesias tal como está.
Y es que se da la circunstancia de que el parque aparece en el Pla Especial de Protecció del Patrimoni Arquitectònic Historicoartístic i Natural de Reus. La protección abarca tanto la masía del siglo XIX enclavada en el recinto como la arbolada que genera el camino de acceso y todo el ámbito. Preguntado al respecto, el Ayuntamiento defiende que esa protección «se podrá modificar, y con las máximas garantías». Un procedimiento, este, que nuevamente requeriría el ok de la Generalitat en última instancia.
La pérdida de zona verde del Parc de Mas Iglesias se vería compensada, según los mismos planes, con el despliegue de más metros en el espacio que quedaría vacante junto a la avenida de Salou tras el traslado.
La plataforma vecinal contraria a que se invada el parque, sin embargo, no está de acuerdo con esta idea y pide que la infraestructura se reubique en otro lugar, sin afectar al parque y más alejada de la Escola Eduard Toda, el Institut Roseta Mauri y la futura Escola Bressol L’Ametller.
Hundida en el terreno
En cuanto a plazos, el Ayuntamiento señala que también dependerá de la Generalitat, aunque inicialmente se espera que se enmarque en la fase 3 de la transformación del Carrilet. De acabar siendo así, vería la luz después de consumarse la recuperación del edificio del Mercat y la urbanización del entorno, y también después del nuevo edificio Belvedere de equipamientos y vivienda dotacional. Las mismas fuentes indican, igualmente, que se trata de previsiones que pueden variar, a expensas del Govern de Catalunya.
La configuración de la estación será de tipo lineal que resolverá el acceso a los andenes del bus, el tranvía y los taxis. Se hundirá en el terreno, con los andenes cubiertos para mitigar la contaminación acústica.