El comercio reusense volvió este 15 de junio al pasado con la 24ª edición del Mercat al Mercadal. Fruta, verdura y algo de embutido, queso y huevos regresaron a las paradas que ocupaban a mediados del siglo XX.
«Es lo que se vendía entonces», explicaba el presidente de los paradistas, Ildefons Vidal, y apuntaba que la cita, consolidadísima, «es una celebración de nuestros antepasados» y «una forma de recordar de dónde venimos».
La Associació de Paradistes del Mercat Central, el Bravium Teatre y la Associació d’Amics del Cavall impulsan el evento, que es uno de los que abren la puerta de la Festa Major. La gente lo conoce y se anima a comprar el género, que se presenta como antaño, incluido el hielo para conservar los alimentos. Locales y turistas disfrutan esta tarde del ambiente.
La máquina del tiempo en la que se montó el Mercadal genera preguntas. ¿Es mejor el comercio de antes o el de hoy? «Hombre, cada época tiene lo suyo, pero, evidentemente, ahora todo ha evolucionado mucho, la tecnología, las formas de vender, el producto... Hoy en día se da casi listo para que la gente lo ponga en el plato y se lo coma», valoraba Vidal.
Como siempre, el Mercat al Mercadal reservó un espacio para los artesanos como el ceramista de sexta generación Josep Papasseit, de Miravet, que contaba que «con el torno y las piezas, algunas de las cuales hablan de aquella época, que fue la de mi abuelo, explicamos lo que hacemos».
