Los espacios laborales en los que empresarios comparten gastos y espacio creando comunidad –los llamados coworking– se han consolidado en la ciudad. Los hay incluso con lista de espera. Es el caso del espacio de cotrabajo Espai Factoria, creado en 2018 por Núria Ríos y Carles Sanromà. En la actualidad, cuentan con dos sedes, una en un bloque de pisos (Flat) y otra de creación más reciente a pie de calle (Street).
«Nuestros dos espacios están llenos y con lista de espera de tres coworkers de momento. En el Flat, tenemos ocho empresarios y en el Street, 17», cuenta Ríos, quien repasa la evolución tras la pandemia y concluye: «A pesar de cerrar por entonces no notamos ningún declive». «El espacio funciona bien y tenemos empresarios fijos y otros que van rotando», distingue. Y es que también hacen «de lanzadera» para las empresas emergentes: «Si una start-up empieza a crecer incorporando a más gente y nosotros no tenemos espacio suficiente, significa que le hemos ofrecido un espacio que le ha servido de empujoncito y en el que ha compartido gastos y conocido a otros empresarios, porque la base es crear comunidad y sinergias», detalla la emprendedora.
Preguntada sobre qué perfiles tienen en una y otra sede, Ríos contesta que, de forma «orgánica», hay algunos «un poco más serios, por decirlo así, como abogados y gestores en el Flat; y más creativos como diseñadores, en el Street». Sobre el auge del teletrabajo y apostar por espacios de cotrabajo, desde Espai Factoria aseguran que «los coworking tienen mucho terreno por recorrer». Por distinguir otro aspecto de uno de los espacios creados por Ríos y Sanromà, en el ubicado a pie de calle, se realizan talleres creativos y cursos formativos, también.
Los viveros de empresa, la antesala
Con otro concepto, el de las oficinas individualizadas en modo vivero de empresas –la antesala del actual coworking– está la longeva Multioficinas MO de la avenida La Salle. Tiene más de 14 años de trayectoria y, su responsable, Dolors Llorens, expresa que «tenemos lista de espera de hasta 16 personas interesadas, que han rellenado formulario por Internet y que están a la espera de que haya vacantes». El edificio de multioficinas cuenta con hasta 42 espacios y «funciona muy bien, las oficinas están llenas, incluso lo están las salas de reuniones; aquí hay gente que lleva muchos años». Hay empresarios «tanto fijos como otros que van rotando».
Además de los anteriores casos que funcionan de forma independiente, existen espacios de cotrabajo municipales, ya sean viveros de empresas y coworking y son de Redessa. En el caso del coworking de la empresa pública, fue creado en octubre de 2019, en las instalaciones de Redessa 1, en la segunda planta del centro de empresas del Camí de Valls, con tres despachos y siete mesas para dar cabida a alrededor de 15 emprendedores.
Los ‘coworking’ en el Baix Camp y en Falset
El fenómeno de los coworking irrumpió hace unos años en municipios del Baix Camp, como es el caso de Riudoms (2021); o en el Priorat, en el pueblo de Falset (y surgido por la Covid). En ambos casos, desde los que las administraciones locales se vio el interés de emprendedores que veían rentable llevar su negocios desde esete tipo de espacios.
En el campo educativo también se cotrabaja
El cotrabajo se ha extendido, por otro lado, hacia campos como el de la educación. Hay centros educativos de Reus que han usado el concepto coworking para arrancar acciones futuras relacionadas con el emprendimiento y la creación de comunidades. Es un ejemplo el Institut Domènech i Montaner, que estrenó un aula de emprendimiento hace dos años. En ella, se impulsan proyectos y se hace formación. «Nuestra intención es que, cuando el aula esté más consolidada, alumnos y exalumnos puedan trabajar juntos en proyectos reales o poder ayudar a exalumnos que ya estén trabajando», dijo en noviembre de 2021 la coordinadora de emprendimiento de dicho instituto, Mercè Granollers.
De hecho, en un futuro cercano lo completarían «habilitando el aula como un coworking por las tardes», dijo. «Con este espacio, queremos que se establezcan conexiones para montar proyectos con la implicación del centro y entidades de la ciudad», añadió Granollers.
En el ámbito municipal y en el marco del servicio de asesoramiento a empresas y emprendimiento del Ayuntamiento de Reus, también se apoyan proyectos de negocio, entre los cuales se distingue la creación de coworkings como una necesidad aún a tener en cuenta.
Por poner un caso práctico –del que se hizo eco el Diari en noviembre de 2022–, por entonces, la emprendedora Sara Ould planteaba crear un híbrido entre cafetería y espacio de cotrabajo para «alquilar por horas, con flexibilidad, y para todos los públicos».