El comercio local espera captar a los clientes de La Fira Centre Comercial

El sector quiere convertir la apertura del centro en una oportunidad. Lamentan la falta de acciones concretas para afrontar su llegada a la ciudad

19 mayo 2017 21:34 | Actualizado a 22 mayo 2017 12:09
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Tras años de críticas detrás de los mostradores y caras de escepticismo por la llegada del gigante Metrovacesa, los comerciantes reusenses no han tenido otra opción que resignarse y centrar su estrategia en dar la vuelta a la tortilla. Son conscientes de que el mes que viene ya abre puertas La Fira Centre Comercial y que lo hará coincidiendo con la campaña de Navidad, la primera de ellas con la que el comercio local tendrá que batallar para atraer a los clientes. ¿Y cómo lo afrontarán? «Con una mano delante y otra detrás», aseguraba tajante el presidente de Unió de Botiguers, Ernest Juncosa.

La mayoría de entidades comerciales, no obstante, han sido políticamente correctas y coinciden en que hay que sacar el máximo provecho a La Fira Centre Comercial. Al mal tiempo buen cara, piensan. Los centros comerciales tienen un perfil de cliente muy diferente al consumidor que compra en el comercio de proximidad. Por este motivo, los comerciantes esperan sacar tajada y poder captar a sus usuarios.

«Debemos aprovechar el nuevo perfil que acudirá al centro comercial para arrastrarlo al comercio tradicional», comentaba Gemma Molner, presidenta d’El Tomb de Reus. Una opinión compartida, incluso, por una arteria comercial que no opera desde el centro de la ciudad como es el Eix Comercial Prim i Sunyer.

«El comercio de Reus es diverso y cada consumidor tiene su estilo», argumentaba el presidente de esta entidad comercial Rafael Bonfill. «Así que creo que el nuevo centro comercial no nos perjudicará e incluso pienso que estimulará a la gente de la comarca a comprar más en Reus», añadía. Un optimismo que no es compartido por Unió de Botiguers. «No tenemos herramientas para luchar contra un equipamiento como éste, y más cuando el Ayuntamiento le ha puesto la alfombra roja», afirmaba Juncosa.

Las entidades comerciales son conscientes de que durante los primeros meses, la novedad de la infraestructura atraerá la atención de los consumidores. Aún así, algunos piensan que no lo hará en detrimento del centro comercial al aire libre del núcleo antiguo. «Provocará que los clientes se dividan pero no afectará a las ventas», aseguraba convencido Pau Maria Salvadó, presidente de la Associació de Comerciants d’El Pallol. «No tememos que las calles estén desiertas durante la Navidad por culpa de Metrovacesa», añadía. «¿Qué hubiera pasado si nos hubiéramos posicionado en contra del centro comercial del Pallol?», se cuestionaba Bonfill. «Como comerciante de más de 40 años, prefiero una obra finalizada que el montón de chatarra que hemos tenido durante tanto tiempo», concluía.

 

Los deberes, sin hacer

Hace siete años que empezaron los trabajos de excavación del agujero donde se ha construido el nuevo equipamiento del Parc Sant Jordi y desde entonces: ¿Qué acciones se han llevado a cabo para afrontar la llegada de Metrovacesa? Las conexiones entre la avenida y el centro de la ciudad no han llegado y los comerciantes lo consideran necesario para facilitar la conexión entre los dos espacios. «No se ha hecho nada especial y el impacto de La Fira Centre Comercial será importante», lamenta Salvadó. «Es cierto que las administraciones no se han puesto las pilas hasta que han visto que el centro comercial sería una realidad y las entidades hemos tenido que hacer presión», comenta Molner. Para afrontar la campaña de Navidad con el centro comercial como vecino, Unió de Botiguers impulsará la Targeta Regal para comprar en todos los comercios adheridos a la entidad. «Lo hemos ingeniado en unos días porque la implantación de la Targeta Ciutat fue parada por el Ayuntamiento sine die, cuando en Navidad tenía que estar ya en marcha», aseguraba Juncosa.

Desde El Tomb de Reus también se llevará a cabo otra campaña centrada en el periodo navideño. «Prepararemos una acción con distintas novedades, ya no sacaremos la tartana de otros años», explicaba Gemma Molner. Sea cual sea la acción, el objetivo del tejido comercial tradicional es reconducir la posible fuga de clientes hacia el centro comercial captando su atención.

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