«El barranco no puede estar así. Las cañas alcanzan las casas, con el peligro de incendio que conlleva. Y de ahí salen ratas, cucarachas y de todo», lamenta Ángel Martínez, vecino de Sol i Vista. Su vivienda es una de las que da directamente al barranco del Espinós.
«Si estuviese un poco más limpio, no habría ni bichos ni malos olores. Pero hace mucho que no se le hace una intervención a fondo y es necesario», insiste, y recuerda que «muy cerca hay también una residencia de mayores».
Coincide con él otra vecina, María Arredondo, que constata que «tiempo atrás, el barranco no tenía este aspecto» y «se podía pasar por él», pero «ahora el verde ha crecido y los insectos se cuelan en las casas por debajo de la puerta. No sabemos si es que llegan desde allí o si salen también de las alcantarillas».
En el tramo final del barranco hay restos de obras y heces humanas, dando lugar a un escenario insalubre.
Y Susana Infantes, que también vive en Sol i Vista, apunta que «este año las plagas van a más, se ven mas cucarachas y ratas, quizás también por las obras que se están haciendo en el Roquís». Los vecinos piden soluciones.
El Ayuntamiento, consultado al respecto se limita a recordar que en junio puso en marcha un nuevo servicio de control de insectos y roedores con el teléfono 900104415 para notificar episodios.
