Después de la entrevista de la compañera y periodista del Diari Gloria Aznar, y de la magnífica reseña del libro, del autor y de la sección literaria del programa Més 324 realizada esta semana por otro gran periodista y colaborador de la casa, Antoni Batista, tenía muchas ganas de disfrutar de la lectura de La pausa dels dies, de Xavier Graset. En estos días de recogimiento y tradiciones, la recopilación de algunos de los artículos que el periodista de Vila-seca ha publicado durante más de diez años en diferentes periódicos, entre ellos, el Diari, son una pequeña válvula de escape del ritmo frenético y tecnológico diario, una reivindicación del tiempo calmado y también una oda a las comarcas de Tarragona, nuestros paisajes y tradiciones, nuestros olivos y avellanos y esa luz que enamora a cuantos nos visitan. Pequeños tesoros que, según Graset, la gent del Camp, conocida como gent del Llamp, a menudo, valoramos poco.
Pensaba en sus palabras contemplando la espectacularidad de nuestras procesiones de Semana Santa y los numerosos turistas que estos días pasean por nuestras calles y monumentos, atraídos por esta luz tan especial que no apreciamos como merece.
Tenemos una climatología y una oferta turística de primer nivel, que, en Tarragona acaba de sumar nuevos alicientes: el refugio antiaéreo del Museo Diocesano, Santa Tecla la Vella o el audiovisual inmersivo de introducción al mundo romano recién inaugurado en la Volta del Pallol, y que ha sabido adaptarse, superarse e incluso reinventarse y mejorar sin que lo valoremos.
Por ejemplo, en siete años la Costa Daurada ha sido capaz de dejar atrás el polémico Saloufest para afianzarse como referente en turismo deportivo con torneos de fútbol como el Mundialito, la Costa Daurada Cup, el Torneo Football Club Barcelona o la Costa Daurada Cup. Y de otros deportes, como la Mare Nostrum Cup de balonmano (que se estrena este año), el torneo TGN Bàsquet o el Campeonato de España de Minibasket de selecciones autonómicas, así como el Cambrils DanceSport de bailes deportivos o el GamerLand Costa Daurada, un nuevo acontecimiento de videojuegos celebrado esta semana en el centro de convenciones de PortAventura.
Hoy cerrará uno de los más importantes: la Mare Nostrum Cup Easter, en la que compiten futbolistas de entre 8 y 18 años en la categoría masculina, mientras que en la femenina se permite participar a algunas jugadoras senior para poder completar equipos. El torneo ha batido todos sus récords esta edición, con 7.500 participantes de doce nacionalidades, pertenecientes a 390 equipos de 115 clubs de Europa, Asia y América. El evento deportivo es un ejemplo de cooperación entre diferentes instituciones del territorio. Para acoger todos los partidos se han habilitado cuarenta estadios de once municipios del Camp de Tarragona.
En su conjunto, estos eventos, que habrán atraído a 30.000 participantes de todas las edades (más una media de entre dos o tres acompañantes), constituyen hoy por hoy la mejor garantía en el arranque de la temporada, con un turismo familiar que desde el 1 de abril ya llena los alojamientos de la Costa Daurada. De hecho, se calcula que estas competiciones habrán generado 25.000 pernoctaciones, y que el impacto económico en el territorio será de 7,5 millones de euros.
«Ja és nostre», ¿y?
El edificio del Banco de España ha centrado el primer rifirrafe electoral en Tarragona. Coincidiendo con el decreto de convocatoria de los comicios municipales del 28 de mayo, el Ayuntamiento recibía la noticia de que el proyecto para convertir la sede del antiguo banco central en el Banc de la Ciència i el Coneixement no había sido seleccionado para recibir 3,2 millones de euros de los fondos europeos Next Generation.
La polémica viene de lejos. En 2019 la Unión Europea concedió dos millones de euros de los Fondos Feder para pagar la mitad del presupuesto del proyecto. Dos millones que se perdieron porque Tarragona fue incapaz de cumplir los plazos. En esta ocasión, el proyecto de la Rambla Nova se ha quedado sin financiación por figurar en la posición 341 sobre las 880 presentadas, cuando «solo» 181 han sido escogidas.
Lo cierto es que a punto de cumplirse veinte años desde que la entidad financiera cerrara sus puertas, y trece desde que el edificio pasara a ser de titularidad municipal, y de que una gran pancarta augurara rápidos planes para el equipamiento, el antiguo banco sigue sin uso y en degradación en pleno centro de la ciudad. «Ja és nostre», sí, ¿y?
Picasso y Horta
En 2023 habrá más de cincuenta exposiciones de la obra de Pablo Picasso por todo el mundo, desde Francia a Alemania, Suiza, Bélgica, Estados Unidos, Mónaco o Rumanía.
En España los cincuenta años de la muerte del pintor se conmemorarán en las «ciudades picassianas»: su Málaga natal, Barcelona, Madrid y Coruña. ¡En el Centre Picasso d’Horta de Sant Joan, no! El centro continúa sin apenas apoyo de las administraciones y no podrá celebrar el Año Picasso o la efeméride de la primera estancia del artista en la Terra Alta, en el año 1898 cuando estaba convaleciente de escarlatina.
Es una lástima que uno de los municipios que más impactó en su vida y en su obra, como él mismo declaró en una ocasión, «Todo lo que sé lo he aprendido en Horta», no haya recibido ayuda de las administraciones para unirse a la celebración. Nos queda el consuelo de las ocho evocaciones que el pintor hizo de su primera estancia en el pueblo y que el centro acaba de incorporar a su pinoteca (en reproducciones). Son obras realizadas en Barcelona, en 1901, cuando buscaba, en los recuerdos que tenía de Horta, refugio al dolor por el suicidio de su amigo, el pintor Carles Casagemes a París.
Con Bigas Luna sucede lo contrario que con Picasso. Diez años después de su muerte, las exposiciones programadas por la Fundación Reddis y el Museo de Reus, este mes de abril, serán el primer gran homenaje catalán al director de cine barcelonés, de raíces vallenses y muy vinculado a nuestras comarcas, donde vivió (en el Mas de Virgili, en la Riera de Gaià), rodó algunas películas, creó el Taller Bigas Luna Reus de cine digital y formó parte del jurado del Festival Internacional deCurtmetratges de Reus (FEC).
Como avanzaba esta semana en el Diari el exconcejal de Cultura y expresidente del Centre de Lectura de Reus, Xavier Filella, serán dos muestras complementarias del fotógrafo, y amigo de Bigas, Josep Borrell Garciapons. Unas impactantes imágenes que se podrán ver en el Museo Salvador Vilaseca y en la sala Fortuny del Centre de Lectura.
Al menos en este caso, seremos referentes en el homenaje a un director de culto enamorado de nuestras comarcas, a las que se refería como la California catalana y de las que como Xavier Graset, admiraba su luz especial.