A propósito del Brexit y de la situación de Gibraltar, la prensa sensacionalista inglesa ha encontrado un filón, imaginando ya una confrontación bélica con España según las iniciativas que tome nuestro gobierno. No conocen a Rajoy.
The Sun tituló su portada: «Hands off our rock» y debajo, en pareado: «Nuestra roca no se toca». Mientras Michael Howard, exlíder conservador, establecía paralelismos entre Gibraltar y las Malvinas.
Esta prensa, llamada también amarilla, cumple el defecto que Javier Marías achaca a los periódicos: convertir las noticias regulares en malas, las intrascendentes en preocupantes y las preocupantes en alarmantes.
A veces esta tendencia a llamar la atención del lector hay que tomarla a broma, como aquel personaje enfermo que tras leer que había muerto, escribió al director: «Siento decirle que la noticia de mi fallecimiento he de considerarla una exageración».