Al pasar cerca de Granollers no resistí la tentación de entrar en La Roca del Vallès, el pueblo donde nació Salvador Illa en 1966. Entonces tenía 3.000 habitantes y ahora, 11.000. Cuenta con un viejo castillo y un lugar menos turístico: la cárcel de Quatre Camins.
El Ayuntamiento, del que fue alcalde diez años, es un viejo caserón rehabilitado por la Diputació, según una placa que también necesitaría rehabilitación. Durante su mandato se construyó La Roca Village, centro comercial en forma de pueblo con 130 boutiques de moda en las que dejan su dinero casi cuatro millones de visitantes cada año.
Desde ahora La Roca del Vallès es el pueblo de Illa, aunque en Tarragona tenemos otro, Lilla, que por parentesco fonético el President debería visitar.