James David Vance

James David Vance, elegido por Donald Trump como su vicepresidente podría cambiar el curso de la campaña electoral. Está a punto de cumplir cuarenta años, casi la mitad de la edad de Trump. Es el hombre nuevo, destinado, si la biología y la fortuna lo acompañan, a permanecer en la escena durante los próximos cuarenta años. Habrán leído sobre él si siguen la política estadounidense con atención. Sabrán lo que piensa, cuándo y cómo cambió su actitud hacia el candidato presidencial, algo que evidentemente agradó a Trump. Leí su libro, hace cinco o seis años: ‘Elegía americana’. Es muy interesante, muy bien escrito: búsquenlo. Es la autobiografía de una generación y de un lugar, Ohio, del cual tenemos la impresión de saberlo todo pero del que en realidad sabemos muy poco. Vance me parece alguien que tiende a elegir bien lo que hace y a hacerlo con método y maestría. Ya sea graduarse en Yale viniendo de condiciones de extrema pobreza, escribir un libro, ser elegido en Ohio, ser elegido como vicepresidente a pesar de tener barba y, en el historial, declaraciones terribles contra un líder vitriólico y alérgico a las críticas. Yo lo mantendría bajo observación. Como a los virus.