100 metros

Hay una distancia que no entiendo: los 100 metros lisos. Me inquietan las personas que pasan su vida entrenándose para correr los 100 metros lisos. Es decir, hay personas en este planeta que pasan su tiempo para bajar del record de 9,58 segundos. Lo digo porque yo, que no he corrido en mi vida, si me pongo puedo estar alrededor de 22 segundos. Es decir, que tardo doce segundos más que el recordman. Llegar 12 segundos más tarde no es exactamente llegar con retraso (a no ser que seas un tren en Japón). A nadie se le ocurre decirte cuando llegas al trabajo por la mañana: llegas con 12 segundos de retraso. ¿Por qué queremos saber cuánto se tarda en correr 100metros? Hay una película que les recomiendo: «La soledad del corredor de fondo» de Tony Richardson. El protagnonista, Colin Smith, es un joven de clase obrera que vive en los alrededores de Nottingham. Un día comete un robo en una panadería y es enviado a un reformatorio. Una vez allí empieza a correr, y gracias a sus cualidades como corredor de fondo va ganando puestos en la institución penitenciaria. Durante sus entrenamientos reflexiona sobre su vida anterior y empieza a comprender que se encuentra en una situación privilegiada. Me gustan las carreras largas, la mítica maratón, los 3000 obastáculos, los 10.000 metros, o los 5000. Ver ese ritmo constante, perfecto. Pero ¿100 metros? No la entiendo.