La tormenta perfecta está llegando a nuestra red ferroviaria. Lo avanzábamos en el Diari hace apenas unos meses: las obras del túnel de Roda de Berà afectarían durante tiempo a los trenes entre Tarragona y Barcelona. Y este hecho ya levantó una indignación sin precedentes entre usuarios y plataformas defensoras del transporte público. En su día, se hablaba de tres meses. Pero ya tenemos concreción y las cosas pintan todavía peor. No habrá servicio entre Tarragona y Sant Vicenç de Calders durante más de cinco meses, y este hecho repercutirá directamente – todavía más, si cabe- en las conexiones entre Tarragona y Barcelona. ¿Las fechas? Falta confirmarse pero se habla del período que va desde el 24 de septiembre hasta el 2 de marzo.
En un día de celebración en que la presentación de la Guía de Excelencia Empresarial Tarragona 2024 llenaba de optimismo y buenas sensaciones el Teatret del Serrallo, ayer saltaban también todas las alarmas por esta crisis en el servicio ferroviario que afectará a miles de usuarios. Si ahora la situación ya es insostenible y hay muchas personas que han perdido incluso empleos por los retrasos constantes en el transporte ferroviario, imagínense qué ocurrirá a partir de septiembre, justo en un momento de máxima demanda con el inicio del curso escolar y político.
En nuestras portadas lo hemos abanderado semana tras semanas, con una palabra que ilustra el sentimiento de la gran mayoría de usuarios: «Hartos». Y es que llevamos demasiados años así, mientras esperamos una mejora del servicio que no llega y nuevas obras que van a un ritmo terriblemente lento, acumulando incluso más de una década de retrasos.
