Noviembre de 2017. Una idea de unos cuantos directivos del Nàstic muy atrevidos, se convirtió en realidad. Una realidad que hoy, siete años después, es una referencia a nivel nacional y un espectáculo reconocido por todos como uno de los más espectaculares del mundo del fútbol. Esta espectacularidad se basa en el sentimiento que despierta ver sobre el césped un grupo de chavales que han decidido hacer historia en partidos en los que no importa acabar en 2-0 o 3-3. La amistad, el compañerismo y el sentimiento son los únicos goles que valen. Ellos lo saben y así lo transmiten.
LaLiga Genuine nació en Tarragona y LaLiga Genuine se ha hecho mayor en Tarragona. El Nou Estadi, como ya sucedió hace siete años, acogió ayer la presentación de una competición en la cual hasta 47 equipos (la UD Almería no estuvo en la puesta de largo porque el equipo perdió el avión, aunque este fin de semana competirá) formados por personas con discapacidad se mostraron al mundo tal como son: unos campeones que no necesitan mandar balones al fondo de la red para explicar al resto del mundo qué significan deporte, deportividad, compañerismo y competición. Rubén Almazán y Álvaro Cano, los dos capitanes del Nàstic, son las caras más conocidas de este equipo.
Ambos lideran un equipo que ayer maravilló en el templo grana durante una multitudinaria presentación ―Javier Tebas, presidente de LaLiga, incluido― y que este fin de semana hará las delicias de los aficionados que se acerquen a Salou para asistir a los partidos de la jornada inaugural de la competición. El territorio, además, cuenta con otro equipo de excepción. El Fundació Futbol Base Reus, con otro equipo de chicos y chicas que se dejarán la piel este fin de semana, también arrastrará un gran número de público a la capital de la Costa Daurada. Vamos, que excusas no hay para no destinar una parte del sábado o del domingo a acercarse a los campos de fútbol de Salou para asistir a uno o varios partidos que, sobre todo, servirán para despertar emociones que harán recordar qué era el fútbol en su esencia. Un deporte. Un juego en el cual un grupo de chicos y chicas juegan contra otro grupo y en el que un choque de manos, un guiño, una palmada o un grito de ánimo prevalecerán sobre lo que dicte el electrónico.