Las dos principales ciudades de la provincia figuran en el top cinco en el ranking de los municipios españoles que más carga fiscal aplican a sus ciudadanos, según el informe ‘La competitividad fiscal de las entidades locales y de las comunidades autónomas’, del Instituto de Estudios Económicos, el think tank de la CEOE.
De hecho, Reus encabeza la lista de las localidades con los impuestos municipales más elevados del Estado, pues sus habitantes pagan un 45,6% más que la media española, en tanto que los de Tarragona desembolsan un 36,3% más.
La mayor carga tiene que ver con el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), donde Reus se mantiene en lo más alto, al cobrar un 71,7% más que la media, y Tarragona también está en los puestos punteros, con un 53,1% por encima de la media. Este ranking se refiere a tributos –además del IBI, el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica, la plusvalía municipal, el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y el tributo sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO)– que no están sujetos a la prestación de un servicio, como sí son las tasas, como la de la basura, por ejemplo.
Pagar los tributos más caros del Estado debería suponer vivir en unas ciudades con excelentes servicios públicos
Son, pues, figuras eminentemente recaudatorias con las que los ayuntamientos buscan incrementar sus ingresos. Los consistorios padecen un histórico déficit de financiación, pero tratar de paliarlo a costa de sus ciudadanos con unos impuestos tan elevados representa un agravio para sus vecinos, que se agrava más en unos momentos en que la población sufre para llegar a fin de mes por los efectos de una inflación desbocada que ha mermado el poder adquisitivo de muchas familias.
Por otra parte, liderar la clasificación de los impuestos más altos del Estado debería compensarse con unos servicios públicos de excelente calidad, con unas ciudades modernas, limpias, seguras y acogedoras, lo que no siempre se corresponde con la realidad.
Alguien debería explicar a qué se debe tanta diferencia fiscal respecto al resto del Estado.
