<iframe src="https://www.googletagmanager.com/ns.html?id=GTM-THKVV39" height="0" width="0" style="display:none;visibility:hidden">
Whatsapp Diari de Tarragona

Para seguir toda la actualidad desde Tarragona, únete al Diari
Diari
Comercial
Nota Legal
  • Síguenos en:

Miedo a la recesión

31 octubre 2022 18:54 | Actualizado a 01 noviembre 2022 07:00
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

La persistencia de una inflación fuera de control –ayer se supo que en Europa escaló en octubre hasta el 10,7%, un nuevo récord– ha empujado a intervenir a los bancos centrales con un aumento de los tipos de interés. Esta medida está encaminada a frenar el desbocado ascenso de los precios para que no frustre la recuperación en marcha.

Pero, paradójicamente, uno de sus inevitables efectos es una cierta contención del crecimiento al penalizar el consumo y la inversión, lo que obliga a manejarla con un extraordinario tino tanto en los tiempos como en la intensidad para evitar que, en un contexto de deterioro de las perspectivas económicas, desemboque en una nueva recesión. Este temor ha cobrado fuerza ante la eventualidad de que un IPC insensible a las decisiones de los gobiernos desencadene subidas de tipos más agresivas que las barajadas hasta ahora.

El BCE ha de manejar con extrema cautela la subida de tipos para que la lucha contra la inflación no hunda el crecimiento

Las supuestas ventajas de ese viraje en la política monetaria no son todavía visibles. Sí lo son ya, en cambio, sus efectos nocivos para las familias que tienen una hipoteca y para los países más vulnerables, que ven incrementarse sus primas de riesgo, lo que obligará probablemente a contrapartidas en forma de ajustes para beneficiarse de nuevas compras de bonos. Esta preocupante situación, que coincide con un crecimiento a la baja, emplaza a los bancos centrales a extremar la cautela para que la urgencia de atajar la inflación no genere otro problema en forma de desplome del PIB.

El fuerte alza de los precios en la eurozona no obedece a un consumo desbocado, sino al brusco encarecimiento de la energía y a otros efectos de la guerra en Ucrania, a la que no se vislumbra una pronta salida. De ahí que sea necesario afinar al máximo la subida de tipos para que no estrangule más la actividad. El acierto del BCE en ese ámbito y en impedir una fragmentación en las garantías que ofrece la deuda de los países del norte y del sur determinará el futuro inmediato de nuestra economía.

Comentarios
Multimedia Diari