Nuevo punto negro en las playas tarraconenses. Una muy mala noticia. Parece que se han detectado unas fuertes corrientes que, en los últimos días, han obligado a los servicios de socorrismo a realizar más de un rescate. ¿Dónde? En playa de l’Arrabassada, en la parte más próxima al Miracle, a tocar de las rocas. Y se suma a las dos zonas más peligrosas de la playa del Miracle, en uno y otro extremo.
Con puntos peligrosos también en la costa del Penedès, en la zona de El Vendrell y Calafell. La peor, la que hay junto al Fortí de la Reina, donde el pasado mes de marzo murieron ahogados dos jóvenes. Fue la historia de un rescate dramático en que el salvador fue engulido también por la corriente. Ambos fallecieron. Este hecho levantó una gran alerta y puso también sobre la mesa muchos interrogantes. El debate es amplio.
Estamos en pleno cambio climático, en un momento en que las corrientes de nuestros mares cambian de rumbo y en que cuando su agresividad asoma, la prudencia debe ser nuestra mejor aliada. Y también existe el debate sobre la vigilancia en las playas. ¿Solo hay que tenerla en verano o debe alargarse la temporada al ritmo de la globalizada desestacionalización?
La seguridad en nuestro litoral es una batalla difícil de librar. Urgen medidas y mucha prudencia por parte de los bañistas
El Ayuntamiento de Tarragona tomó medidas tras los trágicos hechos de marzo y amplió hasta las ocho el horario de socorrismo. Pero igualmente, la prudencia, tener en cuenta las temperaturas, el calor y la agresividad, y el respeto a la señalización, deben ser las aliadas de los bañistas. El doctorando industrial de la URV Pablo Martín está trabajando en esta dirección con el proyecto Platges Segures, que cuenta con el impulso del Grup de Recerca d’Anàlisi Territorial i Estudis Turístics de la URV. Su objetivo está claro: encontrar las herramientas que permitan coordinar mejor los servicios de socorrismo y asignar de la manera más efectiva posible los recursos en materia de seguridad en las playas catalanas. No es suficiente. Pero es un importante primer paso. Hay que estar alerta y tener controlados, al menos, los puntos negros. La seguridad de todos depende, en buena parte, de ello.