Leer a Albert Camus es el mejor regalo de Reyes

Camus murió el 4 de enero de 1960 a la edad de 46 años, en un accidente de coche en la pequeña ciudad de Villeblevin. El coche se estrelló contra un plátano en un largo tramo recto de la Route nationale 5 Camus, que estaba en el asiento del acompañante y no llevaba cinturón de seguridad, murió al instante. Michel Gallimard, su amigo y conductor, murió pocos días después. Camus era un moralista: afirmó que la moral debería guiar a la política. Aunque no negó que la moral cambia con el tiempo, rechazó la visión marxista clásica de que las relaciones materiales históricas definen la moral. Camus también fue muy crítico con el marxismo-leninismo, especialmente en el caso de la Unión Soviética, que consideraba un régimen totalitario. Camus increpó a los simpatizantes del modelo soviético y su «decisión de llamar libertad a la servidumbre total». Como defensor del socialismo libertario, afirmó que la Unión Soviética no era socialista y que los Estados Unidos de América no eran liberales. Activo en la Resistencia francesa durante la ocupación nazi de Francia durante la Segunda Guerra Mundial, Camus escribió «ahora el único valor moral es el coraje, que es útil aquí para juzgar a los títeres y los tertulianos que pretenden hablar en nombre del pueblo». Camus tenía simpatías anarquistas, que se intensificaron en la década de 1950 cuando llegó a creer que el sistema soviético estaba moralmente en quiebra. Camus estaba firmemente en contra de cualquier tipo de explotación, de autoridad , de propiedad, contra el estado y la centralización. En 1952, renunció a su trabajo para la UNESCO cuando la Organización de las Naciones Unidas aceptó a España, bajo la dirección del general Francisco Franco, como miembro. Camus mantuvo su pacifismo y rechazó la pena capital en cualquier parte del mundo. Su ejemplo de intelectual comprometido, su crítica del poder, sus origenes humildes (su madre menorquina era analfabeta), su prosa poderosa y libre, lo hacen un gigante absoluto. Más todavía cuando contemplamos el paisaje desolado que hoy representa el análisis crítico en Francia y en Europa. Si nos preguntan qué le pide este Diari a los Reyes Magos, la respuesta es que Albert Camus, que personas con su pensamiento, regresen pronto entre nosotros.