<iframe src="https://www.googletagmanager.com/ns.html?id=GTM-THKVV39" height="0" width="0" style="display:none;visibility:hidden">
Whatsapp Diari de Tarragona

Para seguir toda la actualidad desde Tarragona, únete al Diari
Diari
Comercial
Nota Legal
  • Síguenos en:

Las fronteras nunca deberían ser excusa

05 abril 2025 21:05 | Actualizado a 06 abril 2025 07:00
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
0
Comparte en:

Según el Real Diccionario de la Lengua Española, la frontera es «la línea que marca el límite exterior del territorio de un Estado, entendido como el espacio terrestre, marítimo y aéreo sobre el que ejerce su soberanía, lo que permite hablar de fronteras terrestres, marítimas y aéreas en función de la naturaleza física del espacio delimitado. Una frontera internacional es la línea formada por la sucesión de los puntos extremos del ámbito de validez espacial de las normas del orden jurídico de un Estado. La delimitación del ámbito de validez espacial del Estado puede afectar a la superficie terrestre, las aguas fluviales o lacustres, el mar, el subsuelo o la atmósfera». Las fronteras suelen ser las cicatrices de la Historia. Cada una de ellas nos explica el pasado, la relación de ese territorio con su tiempo y con las personas que lo han habitado. Da igual que las fronteras sean de estados o de términos municiaples, siempre dividen, marcando un tuyo-mío, un nuestro-vuestro, y entre los pronombres simpre una tierra de nadie, un espacio confuso que es la excusa perfecta para el conflicto. A nadie se le ocurre pelearse por lo obvio. Si vamos al tema quenos ocupa, al ayuntamiento de Altafulla no se le va a ocurrir nunca reclamar la Part Alta de Tarragona. Ni al de Tarragona reclamar el Castillo de Altafulla. Pero es esa tierra de frontera (en el caso que nos ocupa, la desembocadura del Gaià) la que provoca este extraño desencuentro. Los archivos son claros: el Vinyet no ha pertenecido nunca a Altafulla. Desde que se tiene constacia histórica (siglo XII), el Vinyet es parte de Tamarit, y desde 1952, Tamarit es Tarragona. Pero como toda frontera exige de los políticos un marco menatal moderno, generoso y eficiente. Ahora que todos comprendemos la necesidad de una área metropolitana, perder el tiempo en discusions bizantinas, no nos lleva a ninguna parte. Si hay alguna problemática en esta zona, lo lógico y normal es que Altafulla y Tarragona creen el espacio de gestión necesario para solucionar los problemas. Porque de eso se trata. No de arrebatar unas hectáreas, sino de mejorar los servicios públicos, de luchar conjuntamente por salvaguardar el espacio natural del riu Gaià y de las playas. Mover fronteras requiere siempre una justificación, y en este caso, no existe.

Comentarios
Multimedia Diari