Adiós al presidente de la descarbonización. Así titulábamos la crónica del acto de balance de Saül Garreta como presidente del Port de Tarragona antes de tener confirmado al 100% el titular que encabeza finalmente la noticia: el cese de Garreta será hoy. El todavía presidente del Port hizo repaso de sus dos años en el cargo enfatizando que Tarragona debe ser la sede de la Vall de l’Hidrogen.
Han sido algo más de 23 meses de gestión. «Hemos acelerado mucho para que fueran como cuatro años», indicaba en su intervención el todavía presidente portuario, a la espera de ser cesado para que el actual subdelegado del Gobierno Central, Santiago Castellà, tome su relevo. Movimiento de fichas vinculado a cambios de gobierno. Así funciona este mundo. Punto y final a dos años que a Garreta le saben a poco pero en los que ha orientado la actividad del Port hacia cuestiones medioambientales y de sostenibilidad.
Dice que le saben a poco, y es normal que así sea. Impulsar grandes proyectos requiere priorizar, planificar y actuar. Y hacer esto en dos años es muy, pero que muy difícil, por no decir imposible. Pero sí que se sientan las bases de un camino a seguir con un aire más medioambiental y, a la vez, con grandes inversiones en cartera. A Garreta también le preocupa la situación de la industria y los proyectos millonarios que pueden quedar en el aire. Lo comentaba ayer en su acto de despedida, y también el domingo en una entrevista con el Diari, ante las consecuencias que el impuestazo puede tener sobre la industria de nuestro país. Porque el Port quiere ir más allá, tener un papel más territorial que nunca y funcionar como eje vertebrador de una área metropolitana que debe creérselo de verdad, reivindicarlo y funcionar como tal de una vez por todas más allá de las voluntades políticas.
El Port iniciará su nueva era con una reorganización ambiciosa sobre la mesa que quiere convertirlo en polo de atracción de la economía del territorio y con enormes proyectos sobre la mesa. Ahora, Garreta pasará relevo a Santi Castellà, que dejará la Subdelegación para seguir adelante con los retos del Port: industriales, de crecimiento, de liderazgo territorial y de motor económico. No es poco. Mucho camino recorrido y mucho por recorrer.