Quien tiene boca se equivoca. O, si prefieren los latinajos: errare humanum est. Lo mismo da. Nadie se libra de meter la pata. Y los periodistas de este Diari no somos una excepción. Sin ir más lejos, en nuestra portada del periódico en papel, ayer rebautizamos a los Nois de la Torre como els Nens de Torredembarra, una colla castellera que nos sacamos de la manga... Y hace unas semanas confundimos al fallecido cantante Peret con su biógrafo, Rogeli Herrero, al que dimos por muerto, pese a que «estaba de parranda», tal como nos anunció él mismo por correo electrónico.
Hay más: errores mecanográficos, faltas de ortografía, deslices, confusiones,... Conviene recordar todo esto, justo cuando este martes 1 de octubre empieza el corte de vías de los trenes entre Tarragona y Barcelona, a la altura de Roda. Éste no es un trabajo fácil y nosotros no somos perfectos. Y tampoco la labor de Renfe y Adif es fácil, ni ellos son infalibles. Pero sirva este mea culpa periodístico para recordar algunas claves, antes de que empiece el caos ferroviario. Primero: equivocarse es humano, sí, pero siguiendo la locución latina, perseverare autem diabolicum: perseverar en el error es diabólico. Hay que rectificar. Es de sabios. Segundo: tras el error, no valen las excusas.
Hay que dar explicaciones, reconocer el fallo y enmendarlo. Como hacemos en este editorial. Tercero: nuestros fallos como profesionales de la información no nos invalidan ni eximen de ser auditores y censores de empresas y políticos. Informar y proteger al ciudadano es tarea fundamental del periodista, y debemos esforzarnos en ello. Por esta razón, hoy haremos un despliegue excepcional, con decenas de periodistas sobre el terreno y en la redacción, informando al minuto del primer día de cortes, y con una edición especial en la edición de papel de mañana. Cuarto: en labores tan importantes como el periodismo, pero especialmente en la gestión de infraestructuras tan cruciales como el tren –del que dependen miles de personas para su transporte diario–, acertar no es una opción. Es una obligación. Habrá caos, habrá errores, todos tendremos que tener paciencia y comprensión... Pero sólo se puede soportar el caos, tolerar el error y pedir comprensión si hay exigencia. Nosotros pensamos tenerla.