'India tiene la mayor clase media del mundo, pero es muy reciente'

Entrevista a Suprio Bose, director de la oficina de ACCIÓ en Bombay

19 mayo 2017 15:40 | Actualizado a 19 mayo 2017 15:40
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Parece que la economía india empieza a abrirse a la inversión extranjera...

Así es. Después de 2014 [cuando Narendra Modi accedió al cargo de primer ministro de India], la tasa de crecimiento del PIB cayó al 6%, pero ahora está ya en el 7,3%, y sigue creciendo por encima del 7% año tras año. Eso es muy positivo. Desde que llegó al poder en 2014, el gobierno indio ha firmado muchos acuerdos internacionales, consiguiendo un muy buen nivel de inversión extranjera. Hay cada vez más empresas extranjeras produciendo en India, a través de la campaña Make in India.

 

¿Con socios indios? Hasta hace poco, fabricar en India era imposible sin tener un socio local en el accionariado...

El Gobierno está haciendo muchos impulsos para que la economía india se abra a más sectores, y por eso abrió el procesado de alimentos, la biotecnología o las TIC a la inversión extranjera al 100%, sin necesidad de que haya capital indio en la sociedad. Hoy, India está entre los diez primeros países del mundo en inversión extranjera directa, con un crecimiento del 54% entre 2014 y 2016.

 

¿Y eso vale para toda India, o sólo para las zonas económicas especiales?

Es así en toda India. Las zonas económicas especiales, además, gozan de beneficios fiscales, de terreno barato y de beneficios judiciales, entre otros. Dependiendo del sector, los beneficios de los que disfrutas son unos u otros.

 

¿Dónde están estas zonas económicas especiales y a qué se dedican?

Están repartidas por todo el país, dependiendo de los clusters. En Pune, cerca de Bombay, por ejemplo, hay una zona de automoción. Dentro de Bombay hay una zona económica especial para los traders que trabajan en diamantes. Al norte tenemos clusters plásticos, de ingeniería. En el sur, un parque TIC que es muy bueno...

 

¿Y ahí pueden entrar pymes como las que tenemos por aquí?

India reconoce que el mundo no es sólo de las grandes empresas, sino que también lo es de las pymes. Una pyme puede abrir una filial totalmente suya en una de estas zonas económicas especiales, pero por la complejidad del mercado le sugeriría que vayan con un socio local que conozca ese mercado, y que los ayude y asesore.

 

Entre las ventajas de esas zonas está también una calidad de infraestructuras que no se da en toda la India. ¿Es así?

Tiene razón en que, en esos parques, la electricidad, el agua y las conexiones por carretera son esenciales. Sin esos tres elementos, las empresas no pueden hacer sus procesos de producción ni mover sus productos.

 

¿Las infraestructuras siguen siendo una de las grandes asignaturas pendientes en India?

India cuenta con veinte ciudades de más de cinco millones de habitantes, con cinco de más de quince y con dos de más de veinte. Entre estas más de veinte ciudades suman más población que toda Europa, y más que el resto del país. Yo le diría que, a día de hoy, en la nueva India, en la mayoría de lugares hay acceso a carreteras buenas, a educación, a sanidad pública, luz y agua, pero hay zonas rurales que tienen un gran camino por recorrer. Aunque, en los últimos diez años, el auge ha sido muy positivo, India ha cambiado mucho.

 

Pero no por igual. ¿Es así?

Hay que diferenciar mucho entre el mundo urbano y el rural. Ocho ciudades de India tienen red de metro. Hay cien ciudades que serán convertidas en proyectos smart de aquí a 2020, y veinte de ellas ya lo son. Éste es el nivel de desarrollo. Eso, en un país con una cultura milenaria, que cambia radicalmente cada 200 kilómetros, es un gran logro.

 

Por lo que cuenta, la apertura del proteccionismo indio va por sectores. ¿Dónde es hoy imposible entrar?

El gobierno indio ha abierto las puertas a la inversión extranjera directa donde no había tanta experiencia. Hay otros sectores donde sí tenemos esa experiencia, como la minería, el textil o la electrónica, que son nuestra fuerza y en los que más que atraer inversión extranjera directa tratamos de atraer socios.

 

¿Y si en lugar de invertir queremos ir a vender? ¿Compran vino los indios, por ejemplo?

En el caso del vino, le diría que será difícil...

 

¿Por su población musulmana?

¡No, no! En India, la religión nunca influye en las decisiones comerciales. Es por los elevados aranceles. El vino es un producto muy restringido, porque el alcohol soporta unos aranceles de importación del 135%. Lo mismo sucede con los productos cárnicos, con aranceles de entre el 40% y el 50%. En general, todos los bienes de consumo tienen aranceles muy elevados.

 

¿Entonces, a India sólo se puede ir a fabricar?

Producir en India tiene como ventajas una mano de obra y unos costes de procesos más baratos. Pero con 1.300 millones de personas, un 55% de la población es clase media. Es la clase media más grande del mundo, pero es una clase media muy nueva, diría que tiene entre diez y quince años. Son muy jóvenes, porque la edad media en India está en 27 años, y quieren experimentar con los productos occidentales, pero a menudo no tienen la educación para ello. Si usted llega con un producto novedoso, requerirá tiempo para la formación y la consolidación del producto.

 

¿Cuál es la secuencia entonces para entrar en el mercado indio?

La estrategia la marca la empresa, pero yo les aconsejaría, si quieren entrar en India, que la estrategia correcta sería, en primer lugar, crear y consolidar el mercado. Eso es mejor hacerlo a través de un distribuidor o de un socio local. Una vez establecida allí, el Gobierno permite producir con un socio local o crear una filial con el capital 100% extranjero, pero tiene que ser una inversión a largo plazo. Primero, entrar a comercializar. Luego, consolidar. Y después, pensar en producción local.

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