Xesús Miguel de Toro Santos, más conocido como Suso de Toro, nació en Santiago de Compostela en 1956. Ha publicado más de veinte libros en gallego, de narrativa, teatro y ensayo, los cuales han sido traducidos a varias lenguas. Se ha posicionado a favor de un referéndum en Catalunya.
- Le han vuelto a llamar Òmnium y la ANC para hablar sobre el proceso soberanista. Usted debe pensar si no hay nadie más, de fuera de Catalunya... - Pues sí, es lo que decimos en mi casa, precisamente: ‘Mira, no tienen a nadie más’. De verdad que pensamos esto. Los catalanes se saben tan incomprendidos, tan ignorados, ¡y tratados de un modo tan falto de respeto! No encuentran fuera de Catalunya a quien los intente comprender.
- ¿Y cómo puede ser? - Pues es muy fácil. La ciudadanía española no tiene información verdadera sobre lo que ocurre en Catalunya, ni sobre lo que piensan y sienten los catalanes. No tienen información porque se les oculta y se les miente. Quien defienda que hay que entenderse con Catalunya y escuchar a Catalunya, en España es castigado, y se ve afectado en sus intereses profesionales.
- ¿Le van a boicotear y a cancelar contratos? - Efectivamente.
- ¿Lo ha experimentado? - Yo pagué un precio como escritor. También es cierto que fue pública mi amistad con Zapatero, aquel Zapatero que quiso buscar un encaje a Catalunya y se encontró con toda la oposición de las fuerzas del Estado, de los funcionarios del Estado, de la derecha madrileña, e incluso de parte de su propio partido, y que estuvo solo.
- En el libro de Roser Pros-Roca ‘20 converses sobre la independència de Catalunya’, del 2013, usted decía que le daba envidia la situación política catalana. ¿Aún es así o, como muchos catalanes, está ya cansado del procés? - Si hay democracia en España, donde la hay es en Catalunya. A diferencia de la población española, la población catalana tiene información de un punto de vista y del contrario. Aquí llegan todos los canales madrileños, y en los quioscos están todos los periódicos madrileños, pero también están los medios catalanes. Hay en Catalunya una población informada.
- ¿Esto es lo que envidia de Catalunya? - Envidio a una sociedad diversa, emprendedora, capaz. Vamos a ver, ¿dónde hay, no ya en España, sino en Europa, una población con tanto sentido de su dignidad y con tanto sentido de su propia capacidad como para organizar lo que están organizando los catalanes?
- ¿Usted no cree que el proceso es cosa de cuatro políticos? - No es como dicen en Madrid. Es cosa de la gente.
- ¿Pero no considera que algo hay de querer tapar la corrupción con la bandera? - ¿Pero qué corrupción? ¿La del PP? ¿Es que los catalanes estarían manipulados para tapar la corrupción en Catalunya, y el resto de la población española no estaría manipulada para tapar la corrupción del PP? La población española a la que le llega la información de los medios madrileños está manipulada, y lo que tendrían que hacer esos medios es contar lo que de verdad pasa en Catalunya.
- ¿Qué es lo que de verdad pasa en Catalunya, según usted? - Catalunya es un país que ha sido maltratado, económicamente y de palabra, porque ha sido insultado. El partido que ahora está en el Gobierno recogió firmas por toda España contra el Estatut, y en muchos lugares se pedían firmas contra los catalanes específicamente. Esto se ha vivido, y los catalanes lo han vivido todo este tiempo sin romper nada. Catalunya debiera ser una escuela de democracia y de educación, y de otras muchas cosas, para España.
- ¿Cree que en el origen de la catalanofobia está la lengua? - La cultura nacional española es una cultura que cree que los que no hablan castellano hablan raro. No se dan cuenta de que lo raro es ser una persona ignorante de otras lenguas que no sean con la que se nació.
- ¿Está seguro? ¿En 2017? - La cultura nacional española, la ideología profunda, es de rechazo a quienes hablan una lengua distinta de la suya. Son incapaces mentalmente de hacer el esfuerzo, y de tener el respeto y la curiosidad, para interesarse por las lenguas de los demás. Si yo estoy aprendiendo catalán ahora, con 61 años, es porque yo le debo muchas cosas a Catalunya.
- ¿Qué le debe a Catalunya? - Cuando yo era simplemente un joven escritor, de Catalunya me venían las cosas más interesantes, más nuevas, más modernas, las cosas de las que aprender, las ideas más interesantes. De Madrid venía el generalísimo Franco, el estadio Bernabéu, y las folklóricas.
- ¿Catalunya le ayudó a escribir? - Sí. Si yo pude ser escritor durante bastantes años y llevar adelante mi obra, fue gracias a Catalunya. Y fue aquí siempre donde encontré a gente con curiosidad, incluso gente capaz de leer mi obra en gallego. Donde encontré que me valoraban el trabajo era en Barcelona. En Madrid no valoraban mi talento o mi obra, lo que valoraban era si yo tenía poder o no.
- ¿Y si no tenía poder? - Si era solo un pobre chico que llega a una ciudad y no está en la corte y no tiene enchufes, pues no les interesaba.
- ¿Qué opina de la última promesa de Mariano Rajoy de inversiones en infraestructuras para Catalunya? - Rajoy vino a Catalunya a anunciarlo sin molestarse siquiera en invitar al president. Vino aquí como si Catalunya no existiese, como si fuese una finca suya. Si hay dinero para Catalunya, lo que tiene que hacer es transferirlo y que la Generalitat lo administre. ¡Como si ese dinero no fuese de los catalanes!
- Quizás piense que se gastará en el proceso... - Más de las tres cuartas partes de la población de Catalunya están a favor de celebrar un referéndum. El proceso soberanista es un proceso cívico, no es un proceso del nacionalismo decimonónico. Es todo lo contrario. Lo que quiere Catalunya es ser tratada con respeto, algo muy contemporáneo, muy moderno y muy civil, nada de rollo étnico. ¡El rollo étnico es Madrid, con los toros!
- ¿Hay un nacionalismo españolista, quiere decir? - El asunto rancio está todo en Madrid. Es un rollo cutre y rancio. El proceso, el movimiento social catalán, es de lo más moderno que hay en Europa.
- Las encuestas pronostican un empate técnico entre el ‘sí’ y el ‘no’ a la independencia. ¿Qué opina? - ¿No es increíble que con todos los medios de comunicación españoles en contra, mintiendo, difamando, dando una visión sesgada de los problemas de los catalanes, poniendo a toda la población española contra ellos, haya un 50% de los catalanes que digan ‘queremos ser independientes’? ¡Es admirable!
- ¿Usted está a favor de la independencia de Catalunya? - Deseo que haya una solución no traumática. Yo aposté en su día por la vía federal. Escribí un libro que se llama Españoles todos, defendiendo esa postura, y otro que es Otra idea de España. Defendía una España multinacional... Pero España solo se puede reformar si se ve obligada, y los únicos que pueden obligar a reformar España son los catalanes. Si no, Madrid ?–porque es Madrid y no España– no se reforma, porque no tiene enmienda. Madrid devora todo, es un agujero negro que se ha comido España. El gran problema, el gran drama de España, no es Catalunya, ¡es Madrid!
- ¿El proceso tiene vuelta atrás? - No. Los catalanes no pueden ir hacia atrás y decir ‘nos equivocamos en reivindicar lo nuestro’. Lo único que les queda a los catalanes es defender lo suyo, porque si no los arrasarán.
- ¿Qué piensa que ocurrirá? - Tiene que haber una negociación, pero el Estado actual, administrado por el PP y que arrastra con él al PSOE, no lo acepta. Es un conflicto, en el que España tiene toda la fuerza. Tiene un Estado constituido, administra los recursos de todos. Los catalanes solo se tienen a sí mismos. Tienen que persistir.