El gobierno municipal del Ayuntamiento de Tarragona quiere aprobar el presupuesto del 2025 en el próximo pleno ordinario, previsto para el 18 de octubre. Así lo aseguran al Diari fuentes del ejecutivo de la Plaça de la Font, las cuales detallan que, si administrativamente no se llega a esa fecha, la idea sería llevar las cuentas a aprobación en la siguiente semana mediante una convocatoria extraordinaria. De esta forma, el gabinete del PSC lograría de nuevo que los números puedan entrar en vigor el 1 de enero.
Sin embargo, para que esto pueda ser una realidad, el alcalde Viñuales necesitará llegar al número mágico de cada otoño: 14. Varios son los caminos por los que puede pasar el PSC para intentar lograrlo, si bien cada uno de ellos tiene sus peligros y amenazas.
PSC y Junts, 12. Faltan dos
La base de todo es que, de entrada, el ejecutivo socialista espera volver a contar con el apoyo de los tres representantes de Junts per Catalunya. Entre PSC y juntaires suman 12 votos, por lo que faltan dos apoyos para acreditar la mayoría absoluta. Con ERC autodescartada para negociar este año debido a la «confianza rota» con Viñuales por el «incumplimiento del pacto de 4,2 millones de euros del año pasado», dos son las opciones que tiene el alcalde sobre la mesa para intentar llegar al pleno al 14: En Comú Podem o los dos no adscritos trásfugas ex de Vox: Javier Gómez y Jaime Duque.
De momento, todos los esfuerzos de la comisión negociadora socialista –formada por la concejal de Hisenda, Isabel Mascaró, y el asesor especial del alcalde, Pau Pérez– se centran en acercar posturas con la formación progresista. Prueba de ello es que ya se han mantenido tres reuniones con ECP, y esta misma semana se podría llevar a cabo una cuarta.
«Vemos más ganas que capacidad. Estamos analizando el grado de cumplimiento de los acuerdos del año pasado», afirman fuentes de ECP, que muestran su «predisposición» para negociar mientras esperan tener mayor detalle de algunos de los pactos de hace un año. Asimismo, desde ECP se indica que esperan un «guiño» del PSC «con el estudio de la calidad del aire».
Hace doce meses, Jordi Collado y Toni Carmona avalaron la subida impositiva del 33% del ICIO, el 20% de las terrazas, el 12% de la basura y el 7,4% del IBI, a la vez que también aprobaron el presupuesto municipal La confianza en el PSC es la de volver a llegar a un acuerdo con el portavoz, Jordi Collado, quien ya el año pasado estuvo en el eje de la Plaça de la Font entre Santa Tecla y Black Friday. ¿Se repetirá la historia? La amenaza para el PSC es que ECP suba su factura este año tras la salida de pista de Esquerra.
La Comissió Companys
En caso de que las conversaciones con ECP no lleguen a buen puerto, este año el PSC tiene una nueva alternativa: los dos no adscritos, que ya avalaron la votación para adjudicar el contrato de la basura este pasado verano.
Duque y Gómez ya han hecho llegar sus peticiones al PSC. «Hemos propuesto algunas cosas que están todavía en una fase embrionaria. Antes de pedir queremos conocer mejor los presupuestos que están preparando para el 2025 y que todavía no nos han hecho llegar. Miramos por Tarragona y solo por Tarragona. Nuestro precio será defender a los ciudadanos», afirma Javier Gómez.
La vía de los tránsfugas, pese a parecer más fácil, será más rocosa. Por una parte, se romperían todos los puentes con los Comuns, ya que estos presentaron el pasado viernes una moción –que se aprobó– que exigía que el gobierno local y sus votaciones «no se sustenten» en ediles tránsfugas.
En la sesión, además, Javier Gómez apoyó una moción de Vox para «reprobar» a Lluís Companys y «rendir homenaje a los asesinados bajo su gobierno». Siendo el PSC uno de los fundadores de la Comissió Companys, esta no parece la mejor carta de presentación para dar volantazo y apostar por los tránsfugas. ¿Sería pan para hoy y hambre para mañana? Viñuales decidirá.