Lluís Boada es alumno de la URV y tiene una discapacidad severa por lo que necesita un asistente durante las clases. Hasta ahora amigos y familiares se encargaban de esta labor pero, tal como publicaba ayer el Diari, reclama que se contratara a esta figura para poder seguir estudiando.
Consultados respecto a este caso el Departament de Recerca i Universitats ha señalado que está desplegando diversas líneas de actuación. La primera es que a nivel de Govern «se está trabajando con otros departamentos competentes para abordar de forma coordinada e integral la respuesta a las necesidades derivadas del acceso a la universidad de estos estudiantes. El objetivo es tener una previsión aproximada de los casos antes de que inicien la etapa universitaria. En el caso de este estudiante esta aproximación no ha sido posible dado que nunca antes de llegar a la universidad había dado clases presenciales».
También han señalado que adaptarán la actual convocatoria UNIDISCAT de ayudas a las universidades para fomentar la igualdad de oportunidades del alumnado con discapacidad y «se incluirá el financiamiento de la figura de los vetlladors (asistentes)». Apuntan además que la última convocatoria de UNIDISCAT se incrementó este año con 400.000 euros y financia el 70% de las actuaciones que hacen las universidades al respecto.
Sobre el caso concreto del alumno de la URV aseguran que está «pendiente de celebrar próximamente una nueva reunión con la universidad».