El Palau Firal de Congressos de la ciudad se convirtió en el nuevo escenario de la tercera edición de la Fira Ocupacional organizada por la Cambra de Comerç de Tarragona. Una jornada en la que empresarios y desempleados tienen una oportunidad única para cumplir un objetivo común.
Durante todo el día, una gran afluencia de personas pasaron por esta feria. El movimiento constante de gente con una carpeta bajo el brazo guardando decenas de fotocopias de su currículum era una imagen que se repetía en el exterior del recinto y es que cuando faltaba una hora para el cierre de esta feria, la gente no paraba de entrar. Josep Oriol Fernàndez, responsable de Serveis Logístics i Formació de la Cambra de Comerç de Tarragona, enseñaba orgulloso el contador que marcaba la entrada de 2.200 asistentes a la espera de que aumentara en los últimos minutos que faltaban. «Estamos súper contentos, todo ha ido genial y hemos superado las expectativas, ha venido muchísima gente. Falta una hora y ya han asistido 500 personas más que el año pasado», expresaba Fernàndez, quien añadía: «Además, las empresas están muy satisfechas, nos han comentado que los perfiles son incluso mejores que los del año pasado».
Más empresas, más opciones
El cambio de localización no ha sido la única modificación y es que también han aumentado el número de empresas participantes en esta jornada llegando a un total de 60 entre las cuales hay nombres muy reconocidos. Mercadona, Carrefour o Leroy Merlín son algunas de las grandes marcas que estuvieron presentes en la feria. La Caixa, la Agencia Tributaria o la empresa deportiva, Decatlhon también asistieron. En esta última, estaba esperando Jesús, un joven de 20 años con ganas de trabajar. «He dado algún currículum más pero esta es una de las empresas que más me interesa», comentaba Jesús. Unos metros más allá, también esperaba Alba para uno de los puestos más atractivos y demandados, el del Port Aventura. «Es una oportunidad magnífica para poder tener un contacto más directo, ahora todo se hace por ordenador y no es lo mismo», declaraba Alba.
En la entrada del Palau Firal de Congressos, un puesto diferente daba la bienvenida a los visitantes de esta feria a modo de orientación. Se trataba de la empresa pública que aunque no pudieran aceptar currículum, tuvieron un papel muy importante. «Mucha gente nos ha preguntado sobre cursos o formaciones. Además, siempre intentamos orientarlos un poco, hay mucha gente que no sabe donde ir», explicaba Elena, una de las responsables de este puesto.
El espacioso recinto del Palau se llenó de decenas de mesas a las que les acompañaba un cartel con la empresa que representaban. Un mar de posibilidades de futuro que el año pasado dejó las expectativas muy altas y es que el 60% de las empresas participantes contrataron a alguna persona de las que visitó la Fira Ocupacional, una suerte que los asistentes de esta edición esperan repetir. «Creo que mañana no dejaré de mirar el móvil. Es difícil pero confío en que puedan contratarme», expresaba una esperanzada Patricia.
Una feria para todas las edades
El restaurante de sushi Nipó, repetía por segundo año consecutivo y con una valoración muy positiva y es que a raíz de la feria de la pasada edición, contrataron a Fidel, un trabajador que aún sigue en sus cocinas y del que están muy contentos.
«Nosotros no somos grandes cadenas, contamos con solo 13 trabajadores pero la verdad es que esta iniciativa te permite conocer de una forma diferente a nuevos perfiles», comentaba Esther, la encargada del puesto de Nipó, quien después de vivir esta experiencia dos años, había llegado a un reflexión: «Me da pena ver mucha gente de más de 50 años porque sé que es muy complicado entrar en el mundo laboral con esa edad». Y es que aunque los jóvenes eran el público más mayoritario, en casi todas las filas había alguien que cambiaba de generación. Fátima era una de ellas y es que pese a su formación en administración, enfermería o estética, su situación de madre soltera le cierra muchas puertas. «Mi perfil no encaja para muchas empresas y es difícil compaginar horarios con el cuidado de mi hija», comentaba Fátima, quién esperaba ilusionada poder conseguir una oportunidad en la Fira Ocupacional. «No sabía que se hacía, me he enterado esta mañana por casualidad y la verdad es que me parece una iniciativa genial y que se debería hacer más», expresaba Fátima.
Las carpetas que entraron llenas de currículum salieron vacías pero con mucha esperanza. Todas las empresas acabaron con centenares de caras, teléfonos y experiencias para revisar. La Fira Ocupacional cerró su tercera edición con éxito y con altas expectativas. «Todo apunta a que vamos a seguir. Es mucho trabajo pero vale la pena», expresaba Fernàndez.