«No tengo nombre, ni edad ni profesión». Así empezaba su relato un mujer víctima de malos tratos que ayer, coincidiendo con el Día Internacional Contra la Violencia Machista, decidía «salir del armario» para compartir su dolor en público.
Fue en el marco de la manifestación unitaria que se celebró por la tarde. Los asistentes se quedaron helados. Ella consiguió escapar y ayer podía contarlo. No corrió la misma suerte su amiga Yolanda que ayer recibió un beso al cielo de todos los allí presentes.
Yolanda estuvo en la manifestación, así como también lo estuvieron las 90 mujeres víctimas de feminicidios que se han registrado este año en España.
De hecho, el «contador de la vergüenza» había registrado 89 casos. Sin embargo, el asesinato de una mujer ayer en Huesca elevó esta cifra dejando desactualizada la performance que se representó en la Estàtua dels Despullats. Se colocaron lápidas y el nombre, la edad y la ciudad de cada una de las víctimas. «No hi som totes, falten les mortes», estalló a gritar el público asistente.
La movilización arrancó a las 18 horas de la tarde desde el Balcó del Mediterrani. Estaba convocada por el Col·lectiu Feminista Fridas, con el apoyo de varias entidades, como los sindicatos UGT y CCOO, la plataforma H20, Lliures i Combatives y Les Violetes, entre otros colectivos del Camp de Tarragona. También estaban presentes representantes políticos del PSC, En Comú Podem y ERC.
Unas 300 personas participaron en la marcha que comenzó a caminar a gran velocidad por el intenso frío. Carla Aguilar, portavoz de Fridas, insistía en que la manifestación debía servir para reivindicar la erradicación de la violencia hacia la mujer. «No podemos hablar tan solo de género, porque aquí no se incluyen agresiones como la de la Manada o cualquier situación de asedio en la calle», explicaba.
«No hay ninguna profe. Qué decepción, ¿no?», comentaban dos jóvenes antes de empezar. En las pancartas podrían leerse mensajes como No más muertes por ser mujeres, Si en toquen una ens toquen a totes o Denuncia arxivada, dona assassinada.
De hecho, la justícia estuvo en el trasfondo de algunas de las críticas. Sentencias como la de la Manada han causado gran indignación en la sociedad. Por ello, la marcha, que empezó en los pies de Roger de Llúria, avanzó por la coca central de la Rambla Nova, hasta las puertas del Palau de la Justícia de Tarragona.
Allí, el Col·lectiu Feminista Fridas leyó su manifiesto así como también lo hicieron Les Violetes de L’Hospitalet de l’Infant y Mujeres Combativas. Los tres colectivos coincidieron en reivindicar más recursos y determinación para combatir la violencia machista. «Exigimos a Pedro Sánchez que pase a los hechos de una vez por todos», apuntaba la portavoz de este último colectivo.