Pese a arrastrar un presupuesto prorrogado, de momento las arcas del Ayuntamiento de Tarragona cuentan con cinco millones más de ingresos que de gastos. Así lo pone de manifiesto el informe de ejecución del plan de ajuste económico elaborado por el interventor municipal, que detalla que –hasta el 30 de junio– la administración con sede en la Plaça de la Font ha cobrado 98,5 millones, por los 93,2 que ha transferido, de los cuales diez corresponden al pago a las entidades financieras por la deuda que se arrastra.
Ahora, ya iniciado el mes de octubre, llega el momento de empezar a negociar las previsiones económicas del próximo año. Sin embargo, hasta la fecha no se ha producido ningún contacto entre el gobierno local y la oposición. «Haremos el presupuesto con Junts per Tarragona y la CUP. El pacto es sólido y el grueso, la espina dorsal, lo haremos con ellos e iremos a buscar al socio prioritario que también nos ha acompañado durante este mandato (ECP)», indicó ayer el alcalde de Tarragona –Pau Ricomà (ERC)– durante una entrevista en Ràdio Ciutat de Tarragona. Durante la conversación, el máximo representante municipal indicó que «hablaremos con todo el mundo» para avalar las cuentas, pero asimismo reiteró que «la ciudad no se ha paralizado» pese a no llegar a ningún acuerdo el año pasado.
ECP quiere bajar tarifas del bus
De momento, pues, ERC no se ha reunido ni con el PSC ni ECP ni Cs ni PP para abordar un posible pacto presupuestario. «De momento, no hay contactos. Y de la propuesta que presentamos el año pasado no se ha cumplido nada», indica la portavoz del PSC, Sandra Ramos, quien expone que el documento que presentaron el año pasado es la «posición inicial» del principal partido de la oposición en caso de que se abran conversaciones formales. «En 2021 ya propusimos impulsar el proyecto Battestini, la Illa Corsini, el Rambla Science o acabar el Palau. Volveremos a plantearlo», recalca la representante socialista.
Desde Ciutadans no hay demasiadas aspiraciones para ceder una abstención. «Difícilmente puede llegarse a un consenso en la aprobación de los presupuestos si no te dan margen de negociación tal y como ha ocurrido en los últimos años, todo estaba decidido dejando solo como cuatro migajas. Las grandes líneas de inversión y de dirección sobre dónde debe ir la ciudad las ha marcado, en exclusiva, el gobierno. Y así nos ha ido. De seguir esta tendencia, no lo apoyaremos», afirma la portavoz Lorena de la Fuente. Por su parte, José Luis Martín (PP) critica que «no podemos ser optimistas ni esperar a que se escuchen nuestras propuestas, que las conocen y las hemos dejado muy claras año tras año, como el aumento importante de la inversión en el espacio público y en el presupuesto del área de turismo; más ayuda para el sector comercial; y la rebaja de la presión fiscal».
Todo quedará, pues, en manos de En Comú Podem, que aún no tiene propuesta por analizar. En todo caso, la concejal Àngels Pérez pide que las cuentas «ayuden a las personas más vulnerables» y que «se avance hacia una ciudad más sostenible, con políticas ecologistas». Asimismo, pide una «revisión a la baja» en las tarifas del transporte público y que «no se aumente la presión fiscal» para que «quien más tiene, pague más». Las próximas semanas serán intensas, y de números, en la Plaça de la Font.