La Plaça de la Font de Tarragona y la del Mercadal de Reus han vuelto a ser el punto de encuentro de miles de personas de ambas ciudades y de municipios próximos que quieren hacerse oír para pedir nuevamente la liberación del exvicepresident, Oriol Junqueras, y de los ocho exconsellers del 'Govern legítim', encarcelados en la tarde de ayer jueves.
La misma concentración de protesta también reclama la liberación de los Jordis (presidente de Òmnium -Cuixart- y de ANC -Sànchez-, respectivamente) que llevan 19 días en la cárcel de Sóto del Real.
Todos ellos (los dos Jordis y los políticos destituidos por el artículo 155) se encuentran en prisión preventiva sin fianza ordenado por la jueza Carmen Lamela, de la Audiencia Nacional.
La concentración se ha desarrollado en ambas ciudades con el mismo pacifismo que los actos convocados en las últimas semanas y meses para pedir la independencia de Catalunya. Las proclamas de libertad y la defensa de la legitimidad de la república catalana son los mensajes que se pretende dar en estos actos impulsados por la población civil.
En el caso de Tarragona, además de gritar al unísono la palabra "libertad", "no tenim por" y "Ballesteros dimissió", el actor tarraconense Oriol Grau se ha dirigido a los presentes como conductor de los parlamentos.
Han hablado Josep-Lluís Carod-Rovira (carismático exlíder de ERC y exvicepresidente de la Generalitat) y la profesora del Institut Martí Franquès, Mercè Sardà.
Carod-Rovira ha animado a la gente a seguir combatiendo pacíficamente por sus ideales, Les ha inculcado que no hay que tener miedo y ha aprovechado para tirar de las orejas a la Unión Europea por el escaso interés que tiene por la causa independentista. De hecho, ha asegurado que cuando Catalunya sea un país independiente se deberá hacer un referéndum por si se debe continuar en la Unión europea.
Algunas de estas pancartas eran las caras de los dos Jordis con el mismo mensaje de libertad impreso en un lado.
Al igual que ayer, la Plaça del Mercadal se ha quedado pequeña para reunir a miles de reusenses exigiendo democracia, libertad y pidiendo la vuelta de los exconsellers "a casa" cuanto antes. Con cálculos estimativos habría unos 5.000 asistentes en Tarragona y otros tantos en Reus.