Si la pandemia lo permite y los datos no empeoran, Tarragona recuperará este año la tradicional Baixada de l’Aigua de Sant Magí, tal como se hacía antes de la llegada de la Covid-19, aunque con algunas restricciones. Solo podrán participar en la Baixada la mitad de los portants, es decir, unas cuarenta personas, como mucho. Además, tampoco se podrá celebrar la entrada del agua a la ciudad hasta el Portal del Carro, como se hacía antes de la pandemia. Pese a las medidas impuestas por las autoridades, los Portants de l’Aigua de Sant Magí celebran que, poco a poco, puedan ir recuperándose algunas de las tradiciones.
Cabe recordar que el año pasado, la Baixada se hizo en tan solo medio día y en un biscúter –una especie de coche antiguo–. En cambio, este año, está previsto que la Baixada empiece el día 17 de agosto –tal como se hacía antes de la pandemia– y llegue a Ematsa, la última parada, la tarde del día 18. Los protagonistas del trayecto volverán a ser los caballos y los carruajes.
La novedad es que, en este caso y repitiendo la organización del año pasado, el agua de Sant Magí y la albahaca se repartirá en diferentes puntos de la ciudad, como los locales de las cuatro collas castelleres –Plaça de la Font, Cós del Bou, Serrallo y Sant Pere i Sant Pau–, en la sede de las asociaciones de vecinos de El Pilar y de Bonavista, en la Plaça de la Pagesia y, como novedad, en la Floristeria Romeu –ubicada en la Plaça Jacint Verdaguer–. Los puntos de reparto son casi los mismos que los del año pasado, cuando la organización aseguraba que había sido un éxito, ya que se evitaron las aglomeraciones.
«Tenemos muchas ganas de recuperar la normalidad total, pero somos conscientes de que no será este año», explica Carles Salvadó, coordinador de los portants, quien añade que «confiamos en qué en el año que viene todo haya mejorado». Salvadó explica como la organización lleva meses trabajando en un plan A y un plan B, contemplando los diferentes escenarios. «Hemos planteado distintas opciones y de momento, si no hay novedades, este año traeremos el agua de Sant Magí con los carruajes», dice Salvadó, quien insiste que «deberemos estar muy atentos a las nuevas medidas».
Los Portants de l’Aigua de Sant Magí también están trabajando en la edición de la camiseta de la Baixada, que estará disponible durante los días antes de las Festes de Sant Magí.
Cabe recordar que el año pasado, la Baixada fue motorizada y el agua llegó a la ciudad a través de un biscúter del año 1957. La comitiva, un total de veinte personas, inauguró las esculturas de hierro, con la imagen de Sant Magí, en cada uno de los once puntos en los que los portants hacen parada para descansar, en municipios de la Conca de Barberà, de l’Alt Camp y del Tarragonès.