El sector turístico será uno de los principales afectados de esta crisis sanitaria. Aún no sabe si a partir de junio, o quizás en julio, podrá empezar a ponerse en marcha y cómo podrá a hacerlo. Mientras tanto, desde la ciudad de Tarragona está empezándose a trabajar en el día después.
Se abordó durante el día de ayer en la Taula Estratègica de Turisme que, presidida por el alcalde, Pau Ricomà, reunía a algunos de los agentes que representan a este sector de actividad. Durante el encuentro, una de las cuestiones que se puso encima de la mesa fue la necesidad de potenciar la imagen de destino seguro, con unos protocolos higiénicos y sanitarios de cara a los establecimientos. «Queremos que se asocie la imagen de la ciudad como un destino limpio. Para ello, se crearía un sello para destacar los establecimientos que cumplan con las normativas que se establezcan sobre las medidas de higiene y desinfección», apuntó la presidenta del Patronat Municipal de Turisme, Laura Castel.
El próximo once de mayo se celebrará en Madrid una reunión con los representantes del sector turístico a nivel estatal. Está previsto que a partir de ahí empiecen a conocerse algunas de las medidas que deberán adoptarse. «Suponemos que esto implicará que tendrán que hacerse un conjunto de inversiones para adaptar los establecimientos de cara a la nueva realidad y, a partir de ahí, deberemos intentar buscar cómo podemos ayudarlos y crear un sello, que sea como una especie de distintivo», decía la edil republicana.
La propuesta generaba algunos interrogantes entre algunos de los participantes de la reunión. «Está bien tenerlo, pero no tengo muy clara la efectividad si es una cosa que se hace a nivel individual de ciudad», decía el presidente de la Associació d’Hotelers de Tarragona Ciutat, Xavier Jornet. Considera que es un distintivo que «puede ser positivo», aunque debería «tutelarse» a nivel superior. Asimismo, solicita al Ayuntamiento que empiece a trabajar con la redacción de los protocolos a aplicar de cara al desconfinamiento. «Lo importante es que empiece a trabajarse para ir avanzando en aquellas cuestiones que les competen a nivel municipal. Que sepamos qué va a hacerse con las playas, podremos ir en coche o no, qué pasará con los monumentos», decía. Considera que la administración local debe tomar decisiones en estos ámbitos para estar preparados. «Si se sigue actuando como se está haciendo hasta ahora, que se anuncian las cosas de un día para otro, lo que no puede ser es que después no puedan abrirse los monumentos porque no hay las mamparas», añadía.
Para el presidente de los hoteles «lo importante es tener las cosas claras y que la gente tenga la sensación de que se hacen las cosas bien y con rigurosidad».
El sector de la restauración es consciente de que los negocios deberán hacer importantes inversiones para hacer frente a la nueva situación. Más allá de reducir el aforo de los locales, se está hablando de que podrían tener que hacerse controles en los accesos, con desinfección de ozono y la instalación de mamparas. «Hay que ser muy cautos a la hora de pedir medidas porque si hay que hacer una inversión descomunal para atraer a un tercio del aforo y después en otoño ya no hay turismo, estaremos de nuevo con lo que pasó con la ley del tabaco», argumentaba Javier Escribano, presidente de la Associació d’Empresaris d’Hosteleria de Tarragona Ciutat. Durante el encuentro con el alcalde y la concejal de Turisme, Escribano pedía que haya una «excepcionalidad» con la ocupación del espacio público y que, al menos hasta el 1 de marzo del año que viene, cuando se considera que debe empezar la siguiente temporada, que pueda ampliarse el espacio de las terrazas. «Que cualquier bar o restaurante tenga la posibilidad de sacar dos mesitas a la calle puede significar el hecho de estar o no estar», defendía. De momento, el Ayuntamiento ha aparcado la nueva normativa sobre las terrazas que estaba preparando hasta 2021. Además, ayer se comprometió delante del sector a «flexibilizar» la ocupación durante los meses de desconfinamiento y a aparcar la reclamación de una nueva tasa turística que se estaba elaborando.
Que el levantamiento de los ERTEs pueda hacerse de forma proporcional a la reactivación de los negocios y la exención de impuestos municipales, más allá de lo previsto hasta el momento eran otras de las cuestiones que se ponían encima de la mesa. Un aspecto que preocupa a la Associació de Càmpings de Tarragona Ciutat y así lo trasladaba su presidente, Agustí Peyra, quien ponía de manifiesto «la gravedad que supone que unas empresas estén facturando cero, o que si tienen algún tipo de actividad será muy inferior a la de los ejercicios anteriores, mientras seguimos haciendo frente a los gastos».
Peyra apuntaba que «necesitamos soluciones de liquidez». Asimismo, durante su intervención en la Taula Estratègica insistía en que «si necesitamos adaptar los establecimientos, hay que agilizar todo el tema de las licencias».
Desestacionalizar
El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, avanzó que el Ayuntamiento hará «una promoción conjunta de las áreas de turismo, patrimonio, cultura, comercio y deportes». De hecho, la reunión también participó el concejal de Patrimoni, Hermán Pinedo, y representantes del ámbito de la cultura, como el Museu Bíblic o el MNAT. El objetivo del Equipo de Gobierno es avanzar hacia un modelo de turismo sostenible «apostando por la calidad y los valores de la sostenibilidad medioambiental», añadía Ricomà. La del sector turístico es la primera mesa sectorial que se convocaba, después de que hace unos días se reunía por primera vez la Taula de Reactivació Econòmica.
