El presupuesto que aprobó el Ayuntamiento de Tarragona el pasado 29 de noviembre incluye una inversión de 150.000 euros para abordar una asignatura pendiente, como es la mejora de la Plaça del Palau de Congressos, conocida también como la Plaça de la Pedrera. Se trata de una vieja reivindicación de la zona centro, que busca sentar las bases para humanizar un entorno con todos los elementos para convertirse en un mirador privilegiado, que ahora tiene importantes déficits.
Para ello, lo primero que tiene que solucionarse son las filtraciones de agua que hacen que cada vez que llueve el agua queda estancada, generando una balsa, de forma que esta va acumulándose y filtrándose por el doble techo, afectando a las instalaciones del Hotel d’Entitats así como del mismo Palau de Congressos. Al respecto, el concejal de Urbanisme, Nacho García, explica que «desde el mes de septiembre la Oficina de Projectes está estudiando toda la plaza para conocer por qué se producen esta filtraciones, así como las pendientes de la plaza».
A partir de estos estudios se determinará cuál es la mejor solución con la redacción del proyecto. Sin embargo, según explica el edil socialista, esta fase se abordará teniendo en cuenta la fotografía final. «Primero debemos solucionar lo del agua, que es la cuestión urgente y, por tanto, es lo que se impulsará el año que viene, pero ya se dejará el espacio preparado para dignificar todo aquel entorno en un futuro, con el Hotel d’Entitats», argumenta.
Esta mejora de la superficie se abordará en una segunda fase, que todavía no tiene partida presupuestaria, pero que se definirá de forma conjunta desde Urbanisme con la Empresa Municipal de Desenvolupament Econòmic y la Xarxa de Centres Cívics, teniendo en cuenta que esta es la que gestiona el Hotel d’Entitats.
Segunda fase
García avanza que «pensamos que debe ser un espacio más amable, que tenga en cuenta la accesibilidad, teniendo en cuenta que ahora es un elemento pendiente y, por tanto, debemos ajustarnos a la ley». Más allá tendrá que plantearse cómo puede hacerse esta humanización, teniendo en cuenta que la propia superficie de la plaza condicionará la intervención. «El tema de la vegetación será complicado», avanza.
La zona ha ido deteriorándose y necesita un importante lavado de cara. Actualmente hay una parte vallada con las baldosas levantadas, en la que precisamente se está estudiando estas filtraciones. Más allá, se mantiene la estructura de la pérgola que en su momento instaló el restaurante El Terrat, pero que ahora no se utiliza. Esta prácticamente es el único elemento que genera algo de sombra, aunque totalmente insuficiente durante los meses más cálidos. También hay papeleras, aunque es habitual encontrarse con restos de botellones. Asimismo, los jóvenes que se reúnen por las tardes en este espacio lo hacen sentados en el suelo porque no hay bancos.
Una zona de skate o una cancha de baloncesto
«Se han hecho muchas propuestas porque realmente ya tiene un uso, pero no está en condiciones», explica Àlex Daniel, de la Associació de Veïns Tarragona Centre. La posibilidad de generar una zona de skate o incluso un espacio de juegos con una cancha de baloncesto, que permita cubrir el déficit de equipamientos de estas características en el centro de la ciudad, son algunas de las ideas que esta entidad pone encima de la mesa. Asimismo, Daniel defiende que pueda habilitarse un pipicán, ya que tampoco los hay en esta parte. «Es el acceso desde la playa a la ciudad. Si haces una especie de mirador y se pone algún tipo de casita con una terraza podría ofrecer unas posibilidades que ahora no tienes. En el fondo se trata de buscar un uso y adecentarlo y los vecinos estamos predispuestos a participar», añade.